«Me metí porque no tenía nada»

La Voz

FERROL

19 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Es una de los cientos de okupas que pueblan Recimil. Pero lejos de la imagen conflictiva que arrojan algunos casos, la suya es una historia de integración y aceptación entre los vecinos. María Jesús Beceiro Fernández cuenta que vive en el barrio desde hace cinco años. Entró en una vivienda que estaba vacía pero bien acondicionada. «Me metí porque no tenía nada. Estaba pagando en la calle Nueva un sexto piso sin ascensor, con mi marido enfermo del corazón, y ya no podía subir», explica. «No tengo contrato legal. Nos metimos. Y yo me fui a denunciar al Ayuntamiento», señala. Pero señala que ni su ocupación en la calle Pontedeume, ni otras en su edificio, causaron problema alguno: «En mi portal somos todos uno. A mis vecinos no les importó que me metiera, incluso me apoyaron». Ahora ya viuda, vive con un sueldo de 410 euros, pero «estaría dispuesta a pagar lo que me pidieran claro, mañana mismo. Me ponen el contrato y soy la mujer más feliz del mundo», asegura.