Fruto de su esfuerzo, de sus años de especialización y dedicación y de una decidida apuesta por dar el salto al exterior, la naronesa Gabadi acaba de convertirse en la primera empresa que no es astillero en firmar un acuerdo con el tecnólogo francés GTT que le autoriza a fabricar los depósitos gasistas de su sello. No es un acuerdo cualquiera, ya que la compañía cuenta con el 80 % de ese mercado, instalando su tecnología en la mayoría de los buques metaneros que navegan en estos momentos a nivel internacional.
Además, la transcendencia de la obtención de esa licencia es mayor si se toma en cuenta la coyuntura en la que se produce, con un sector naval ahogado por la falta de pedidos y que ha arrasado con gran parte del tejido empresarial auxiliar de la comarca.
Indudablemente, el posicionamiento de la división de Reparaciones de Navantia, que ha conseguido alzarse al podio del sector gasista a nivel mundial y ha sabido rodearse de compañías que han hecho sus deberes en este segmento, ha jugado también un papel en ese logro.
Pero si algo demuestra es que Ferrol atesora como pocos lugares un gran conocimiento, capacidad, formación y tecnología en este sector. Reganosa, junto a Navantia, la Universidad, la Xunta y el Puerto, impulsa adicionalmente un proyecto para convertir a la ría en un nudo gasista en Europa capaz de jugar un papel destacado en el transporte marítimo que usará este combustible.
Hay que seguir avanzando, explorando todas las opciones en una comarca que ha de volver a apostar por la industria.