Denuncian la esquilmación de almeja y berberecho sin talla comercial
15 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Las recientes redadas contra el furtivismo que han tenido lugar en Mugardos a finales de agosto y en O Couto el pasado jueves -esta última se saldó con 72 personas identificadas- han vuelto a evidenciar la lacra que el furtivismo supone para el marisqueo legal de las cofradías de Ferrol, Barallobre (Fene), y Mugardos.
Desde el gremio no se duda a la hora de asegurar que la situación es preocupante y que este año, especialmente en los pasados meses de julio y agosto, la actividad en el mercado negro ha crecido mucho, teniendo en cuenta que la ría de Ferrol es ya, de manera tradicional, el principal punto de actividad de los furtivos en Galicia junto con la coruñesa zona de O Burgo.
Tanto la patrona mayor de Ferrol, Isabel Maroño, como su homólogo de Barallobre, Carlos Rey, coinciden en señalar que, recientemente, tratando el asunto entre representantes de ambos pósitos, se llegó a cifrar en mil kilos de producto lo que se podía esquilmar en una jornada de buena marea y de mucha acumulación de ilegales.
Maroño señala que «mil kilos es una aproximación, claro, porque no hay datos, pero igual nos quedamos cortos. No se sacan todos los días, pero cuando se dan las circunstancias adecuadas, sí».
Es un volumen de marisco muy importante y da buena cuenta del daño económico que produce a las cofradías el mercado negro.
Mayoristas
En ello abunda el patrón mayor de Barallobre, indicando que «con este volumen de marisco sacado de xeito irregular os compradores atópanse abastecidos e, polo tanto, ofrecen precios máis baixos aos mariscadores que traballan de xeito regulado».
Como ya hizo jornadas atrás, al igual que las patronas mayores de Ferrol y Mugardos, Rey reiteró la necesidad de «que se fagan controles aos compradores, aos maioristas». Asegura que se si se aplicasen estas medidas de vigilancia y se reforzase el control en la ría sobre los furtivos «o problema dos ilegales quedaría erradicado nun 70 %».
La patrona mayor de Ferrol, Isabel Maroño, apunta también que «los furtivos se llevan todo tipo de talla de almeja y de berberecho, porque el que sea pequeño, sin medida comercial, lo venden igual, aunque sea a poco precio», lo que está produciendo un severo impacto sobre la producción de la ría ferrolana.
Y, a mayores, está el temor a que se produzcan enfrentamientos. Maroño recordó que, tal y como denunció en su momento la patrona mayor de Mugardos, Teresa Carnero, «hay zonas en las que los furtivos prácticamente le quitan el sitio de trabajo a las trabajadoras del pósito», con la tensión que ello conlleva.
Por lo que respecta a la actividad habitual de las cofradías, hoy se volverá a la faena, salvo contratiempos de última hora, después de que el viernes se levantasen los vetos por presencia de toxina en la ría.