Navantia espera cerrar cinco obras pendientes antes de finales de año

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSÉ PARDO

El astillero sitúa en noviembre el arranque del Buque de Acción Marítima

09 sep 2014 . Actualizado a las 14:09 h.

Navantia enfila el último trimestre del año con las expectativas puestas en cerrar cinco encargos. De acuerdo con las previsiones que maneja la compañía pública, en las próximas semanas está previsto que se despejen encargos tanto en el ámbito civil como en el militar. Así, Iberdrola había fijado para entre septiembre y octubre la confirmación de los preacuerdos para el diseño y la fabricación de 29 jackets -plataformas sobre las que se asientan los aerogeneradores marinos- para el parque Wikinger, en aguas alemanas. De hecho, está a la espera de obtener el visto bueno definitivo de las autoridades germanas para la instalación del tendido por el que se evacuará la electricidad desde el mar hasta tierra. De ratificarse esos acuerdos, supondría la entrada de Navantia en el mercado de la eólica marina, con gran proyección en cuanto a pedidos y ocupación.

La compañía pública confía en que en las próximas semanas se concrete definitivamente el pedido del buque gasero que se negocia con Gas Natural y el armador noruego Knutsen, buque que según anunció hace unos meses el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) será fabricado con toda probabilidad en los astilleros de Puerto Real (Cádiz).

Otro de los contratos que Navantia espera que entre en vigor de forma inmediata es el de fabricación de sendos Buques de Acción Marítima (BAM) que se construirán, según el Gobierno, en los astilleros de la ría de Ferrol y también en el gaditano de San Fernando. Pese a que el Ejecutivo ha cumplido algunos trámites para avanzar en la autorización de esta obra, por el momento la compañía pública no ha suscrito el pedido con el Ministerio de Defensa.

Las previsiones que maneja la empresa son las de que ese encargo sea rubricado de inmediato, de forma que el próximo mes de noviembre puedan empezar las obras en los talleres. Es un pedido de 1,1 millones de horas de trabajo, que tendrá un plazo de ejecución de cinco años y que dará continuidad a la serie de cuatro ya fabricados con anterioridad en el astillero de San Fernando.

Por otro lado, también espera Navantia que el contrato para el diseño, asesoramiento técnico y transferencia de tecnología acordado con el Ministerio de Defensa de Turquía en alianza con la factoría turca de Sedef -adjudicado las pasadas Navidades- sea firmado en las próximas semanas y entre ya en vigor. Supondría la generación de un millón de horas de trabajo para el departamento de ingeniería del astillero ferrolano.

El mayor encargo en el que tiene puestos los ojos Navantia, por cuanto supone la construcción de dos navíos de mediano porte para una Armada extranjera, es el de fabricación de dos buques logísticos para Australia. Las factorías públicas españolas compiten con la asiática Daewoo por ese contrato, que espera que esté resuelto antes de que finalice el año. Navantia juega con la baza de que ya es constructor para esa Armada y de la integración del Cantabria en su flota, durante el pasado año.