Cincuenta jóvenes inician en la Escuela Naval sus cinco años de formación militar

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Entre los futuros oficiales de la Armada hay dos mujeres y un tailandés

02 sep 2014 . Actualizado a las 13:24 h.

Nervios, emoción y orgullo en la puerta de Carlos I, entre los aspirantes de Primero y sus familiares ayer en el día del ingreso de los futuros guardiamarinas en la Escuela Naval. Son cincuenta jóvenes -entre los que no faltan los vinculados a Ferrol- que han superado una nota de corte y unos ejercicios físicos para poder ingresar en la Academia de la Armada con el objetivo de formarse como oficiales. El listón del concurso de acceso para ingresar en la institución castrense estuvo muy alto este año, como se deriva de la última nota de corte, un 11,362 sobre 14.

Los cincuenta nuevos alumnos se reparten entre los 40 del Cuerpo General y los diez de Infantería de Marina, a los que hay que sumar otros cuatro ingenieros de la duodécima brigada, que proceden del sistema de acceso directo.

Los aspirantes de primero proceden de toda España y muchos de ellos pertenecen a familias de arraigada tradición militar, en algunos casos de varias generaciones. Hay también, sin embargo, numerosos nuevos alumnos que no tienen vinculación familiar ni personal previa con la Armada. Los hombres predominan en Primero, con solo dos mujeres. También se incorporó ayer al período de adaptación a la vida militar a uno de los alumnos de la Real Armada Tailandesa, institución asiática con la que España lleva colaborando desde hace varias décadas.

El número de alumnos de nuevo ingreso es similar al del año pasado, aunque es algo inferior a épocas anteriores. Este curso, sin embargo, pasará a la historia por ser el que implicará la aplicación plena del plan de estudios modernizado y adaptado por el acuerdo europeo de Bolonia.

Titulación de grado

A partir de ahora, todos los alumnos que reciban sus reales despachos al rematar sus estudios militares también obtendrán una titulación de grado, en este caso Ingeniería Mecánica, gracias al Centro Universitario para la Defensa (CUD), fruto de un acuerdo entre la Escuela Naval y la Universidade de Vigo.

Alfonso Alba, madrileño, es uno de los jóvenes aspirantes a oficial. Explicó que eligió la carrera militar porque «esta profesión me parece apasionante, estar aquí es una oportunidad única en la vida y te da la posibilidad de conocer mundo porque se navega mucho». Como adscrito al Cuerpo de Infantería de Marina espera que su destino sea en San Fernando dentro de cinco años.

Manuel Antonio Ruiz, gaditano, sigue los pasos en la Armada de su padre y su bisabuelo. «Entrar aquí era lo que quería desde pequeño porque mi padre era militar y lo admiraba mucho». Ellos, como sus compañeros tienen ante si cinco cursos antes de recoger sus despachos.