La playa de Caranza se cerró al baño por un vertido fecal en Barallobre

Noelia Silvosa
noelia silvosa FERROL / LA VOZ

FERROL

ANGEL MANSO

Varias personas se metieron en el agua haciendo caso omiso a los socorristas

30 jul 2014 . Actualizado a las 13:06 h.

Un vertido de aguas residuales en el paseo marítimo de Barallobre, en Fene, provocó el cierre al baño de la playa de Caranza. El vertido, que tuvo lugar por la mañana, se prolongó durante unas tres horas hasta que se pudo controlar alrededor de las 15.00 horas. Según apuntó la Policía Local de Fene, todo parece indicar que el volcado se produjo a raíz de un atasco en la red de sumideros, y a pesar de que no se cuantificó, fue considerable dada la duración del mismo.

Es por eso que el Concello anunció el cierre al baño preventivo del arenal de Caranza, debido a su proximidad con la zona afectada. Los agentes feneses comunicaron el riesgo existente al gobierno municipal y al Seprona, mientras que por su parte el 112 también dio aviso a la Policía Local de Ferrol. Asimismo, el Concello comunicó que la medida se levantaría en el momento en que la seguridad de los bañistas estuviese garantizada al cien por cien.

Podría abrirse hoy

Al lugar acudieron también varios técnicos de la Xunta, así como de la empresa responsable del mantenimiento de la estación de bombeo de aguas residuales. Según apuntaron en la tarde de ayer los socorristas, el cierre podría levantarse durante la jornada de hoy permitiendo de nuevo el baño.

No obstante, aseguraban que esperarían indicaciones para llevar a cabo la medida. Durante la tarde, la playa de Caranza transmitía una imagen de normalidad solo alterada por el despliegue de la bandera roja. La enseña era lo único que revelaba que algo no iba bien en el agua, puesto que no se colocó cartel alguno que alertase del peligro del baño. Sin embargo, el agua acogió a varios bañistas que hicieron caso omiso al color de la bandera.

Tampoco obedecieron a los vigilantes, que se encargaron de informar del vertido fecal a todo aquel que se aproximaba a la orilla, al mismo tiempo que recomendaban no bañarse como medida preventiva. Sin embargo, no tuvieron demasiado éxito con algunas personas que alegaron conocer de sobra el arenal y no se dejaron aconsejar.

No obstante, los socorristas continuaron desempeñando su servicio durante todo el día, supervisando la seguridad del baño y dispuestos a intervenir en caso de que se produjese cualquier incidencia a pesar de que la playa estuviese cerrada al baño.