The Chieftains y Milladoiro, juntos en una noche irrepetible en Ortigueira

ana f. cuba ORTIGUEIRA / LA VOZ

FERROL

Los irlandeses atraparon al público del trigésimo Festival do Mundo Celta

21 jul 2014 . Actualizado a las 13:06 h.

«Soy Paddy Moloney, dublinés». Bastó la presentación para que Ortigueira aclamara al líder de la banda The Chieftains, fundada en 1962. El público ignoraba entonces que estaba a punto de vivir una noche irrepetible, que uniría en el escenario Alameda a los músicos irlandeses y a Milladoiro, representado por Xosé Ferreirós, Nando Casal y Ramón García [miembros fundadores, que en 1978, en el primer Mundo Celta, eran Faíscas do Xiabre]. Antes se emocionó con la interpretación de Yvonne McMahon del tema The foggy dew, «esos hombres audaces (...) que engendraron la lucha para que la luz de la libertad pudiera brillar a través del rocío brumoso».

Paddy, que el 1 de agosto cumplirá 76 años, alternó el tin whistle (un tipo de flauta) y la gaita, acompañado de los violines (ni un alma impasible) y de tres bailarines, en una coreografía perfecta para una noche que ya auguraba el milagro, sin lluvia. The Chieftains rindieron tributo a Nelson Mandela y evocaron su 50 aniversario con la proyección de imágenes de una astronauta tocando el tin whistle en ausencia de gravedad, desde la Estación Espacial Internacional.

«Surprise», anunció entonces. Tres de sus viejos amigos desde los 70 que, «con mucha generosidad», agradeció, surgieron del fondo del escenario con sus gaitas. «Milladoiro». Y la Rianxeira lo inundó todo. «Es la música de aquí», clamaba un focense afincado en Navarra, «si se pierde, perdemos nuestras raíces». Con otro invitado, la Escola de Gaitas de Ortigueira. «Wonderful», sentenció Paddy, entre aplausos y gritos de entusiasmo. Aún quedaban por oír el acordeón del escocés Phil Cunningham y los acordes del banjo, el bodhrán (un tambor tradicional irlandés) o la guitarra.

«Genial, de los mejores conciertos que hemos visto», opinan Iván, Marta, Dani y Salomé, ovetenses, festivaleros y turistas en Ortegal. «Extraordinario», para Javier, fiel desde 1978. «Irrepetible», cree uno de los fundadores del Mundo Celta. A Isabel, de la Toscana, y Pablo, de viaje por el mundo, les impresionó «la música, el paisaje (Morouzos), el ambiente y los artesanos». «Espectacular», apuntan Gema, médica, y Rafael, informático, madrileños con casa en Espasante. «Un paraíso», dicen Charo, abogada, y Pedro, «empleado de Rajoy (parado)». «Lo peor -lamentan- que cobren tres euros el bus si no tienes el coche en el aparcamiento, que cuesta 15 (por todos el festival). A ver si acaban con la gallina de los huevos de oro». Y Ramona, vecina, junto a la estación de Feve: «Es un pueblo pequeño y esto te alegra la vida».