La Policía ha desalojado a varios sindicalistas que seguían bloqueando la entrada de Rocío Mosquera a la reunión.
27 feb 2014 . Actualizado a las 23:50 h.Unos cincuenta minutos encerrada. La visita de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, al Área Sanitaria de Ferrol, se ha visto truncada por una acción de protesta convocada por los sindicatos CIG y CC.OO. Las centrales emplazaron a los trabajadores a secundar una concentración con motivo de la celebración de un encuentro con la junta de personal, previsto para las 13:00 horas, y otro, a las 14:00 horas, con todos los cargos intermedios del hospital.
Pero a la llegada de la conselleira -recibida por el gerente Ángel Facio-, personal sanitario y representantes sindicales bloquearon su entrada al salón de actos. Los abucheos y bocinazos esperaban a la titular de Sanidade en el hall del hospital, donde estaba previsto que se desarrollase la primera reunión. Un pasillo humano, que dio paso a una sola formación, bloqueó la entrada de Mosquera. Ante el impedimento de los concentrados, la titular de Sanidade y el gerente se dirigieron al despacho de la Xerencia Integrada, donde permanecieron encerrados hasta la disolución de la protesta.
Once policías accedieron al hospital para proceder al desalojo de las personas que permanecían en el interior. Fueron los momentos de mayor tensión. Y es que una treintena de profesionales abandonaron sus servicios para sumarse a la protesta al grito de «represión». Entre forcejeos y empujones, los agentes expulsaron del centro hospitalario a los sindicalistas que continuaban profiriendo gritos y bloqueando el acceso de la conselleira a la reunión, aunque siguieron coreando gritos de protesta a las puertas del Marcide. Dos personas fueron trasladadas a la comisaría para su identificación y fueron puestas en libertad esta tarde.
En torno a las tres y media de la tarde, la conselleira abandonó el hospital escoltada por la Policía Autonómica.
Denuncia de la Consellería
Preguntada sobre el motivo de sendas reuniones, Mosquera ha asegurado que se trataba de una reunión «absolutamente de trabajo». La Consellería solicitó la presencia de la Policía Autonómica y ha anunciado que va a presentar una denuncia por molestias a los pacientes y por entorpecer el desarrollo de la junta. Fuentes del Departamento que dirige Mosquera achacaron a un reducido grupo de personas el acto de protesta.
Por su parte, la coalición Cesm-O'Mega mostró su desacuerdo con la forma que adoptaron las reivindicaciones. Así, el organismo «lamenta profundamente los incidentes acaecidos», y añade que «consideramos que las protestas son legítimas, pero la coacción o la violencia no son tolerables en ningún ámbito». El colectivo tampoco comparte las molestias producidas a los pacientes, ni la forma que ha adoptado el conflicto. «Mostramos nuestro desacuerdo con la gestión del conflicto, que ha impedido la reunión prevista con los miembros de la Junta de Personal, pero no la reunión posterior con los jefes de servicio y pervisores que, al parecer, se consideraba desde la Consellería como más importante».
UGT, que fue uno de los cinco sindicatos que sí entraron en la reunión de la Junta de Personal, señaló la «falta de valentía política de soportar el paseíllo» por parte de Mosquera. Decidieron asistir al encuentro «dada la responsabilidad de representación de los trabajadores», pero reprochan que se anulase su reunión mientras que la de los mandos intermedios sí que se llevó a efecto. En lo que coincidieron todos los organismos sindicales es en el rechazo a la actuación policial dentro del hospital.
La concentración sindical mostró su rechazo a las privatizaciones en la sanidad pública, los recortes en personal y recursos y por los colapsos que sufren los pacientes, especialmente en el servicio de urgencias.