Las voluntarias de Cáritas tienen claro que hay muchas casas en las que no se está alimentando bien a los niños por falta de recursos: «Fuimos a un hogar en el que se estaban cociendo alubias en agua, sin nada más, había niños pequeños que llevaban días sin tomar carne o pescado», explicaron. Esta entidad no quiere facilitar datos de los lugares de la ciudad en los que más suceden esto para evitar que se victimice a los pequeños, pero alerta de que algunos ya están sufriendo rechazo en la escuela. «Muchos niños ferrolanos van con hambre al colegio o sus padres no les pueden mandar la merienda que les piden y el resto de los niños se dan cuenta», explicó una de las responsables. Cáritas denuncia, asimismo, que la Administración no tiene la agilidad necesaria para intervenir a tiempo.