Las heridas de Ferrol cicatrizan mejor bajo ambientes húmedos

Noelia Silvosa
noelia silvosa FERROL / LA VOZ

FERROL

Los apósitos y tratamientos recrean la función y el nivel de humedad de la propia piel.
Los apósitos y tratamientos recrean la función y el nivel de humedad de la propia piel. ángel manso< / span>

La unidad de la Xerencia Integrada, operativa desde el 2011, es pionera

02 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un total de 4.475 pacientes, 6.624 heridas y 432.379 unidades de apósitos conforman las aplastantes cifras recogidas por la Unidad de Asesoramiento en Cura de Ambiente Húmedo desde septiembre del 2011. Fue entonces cuando la Xerencia Integrada de Ferrol puso en marcha este área, fruto la iniciativa de un grupo de profesionales.

José María Rumbo, supervisor de Cuidados, Investigación e Innovación y Luis Arantón, director de Enfermería de la Xerencia Integrada, acudieron hace dos semanas a la décimo segunda edición del Congreso Nacional de Enfermería Dermatolóxica, que estuvo organizada por la Asociación Nacional de Enfermaría Dermatolóxica e Investigación do Deterioro da Integridade Cutánea (Anedidic).

No hay que dejarlas secar

El encuentro abordó entre otros ámbitos la cura en ambiente húmedo. Una cura que contradice a la extendida creencia que afirma que una herida cicatriza mejor dejándola secar. «Las heridas crónicas y agudas, como las úlceras y las llagas, cicatrizan mejor con la humedad necesaria», explicó Arantón, que añade que la cura seca genera una costra que crea una falsa sensación de protección, ya que es permeable y por tanto admite la entrada de gérmenes. Además, hay casos en los que la herida que esconde vuelve a florecer.

De ahí la efectividad de la cura húmeda. Con este método se emplea un apósito con una película que cubre la herida, y que hace que conserve la temperatura y la humedad adecuadas. De este modo se recrea la función de la piel, devolviendo a la zona un ambiente similar al original. Así se logra mantener una evaporación controlada y una protección verdadera, ya que las células cicatrizan y el organismo mejora sus recursos para eliminar las muertas. Existen casi tres centenares de productos, por eso Arantón junto con Ramón Delgado, responsable del área, crearon un solicitado catálogo que explica cuáles emplear según el tipo de herida. Delgado destacó el asesoramiento que realiza la unidad, constituida por 12 personas que formaron a otras 450 en el último semestre del año a través de más de 26 talleres. «Se trata de que muchos sepamos mucho sobre esto», explica el responsable, que también destaca la comunicación entre médicos y enfermeros de los centros de salud con los formadores.

Aunque a priori pueda parecer complicado presentar una herida de tal calibre como las que se curan en la unidad, lo cierto es que los factores que aumentan el riesgo de sufrirla son de lo más comunes. Las úlceras por presión, generalmente conocidas como llagas, pueden darse por la inmovilidad del paciente. También pueden ocasionarse por un excesivo contacto de la piel con la humedad, y por otro lado las fomenta el hecho de que el paciente arrastre a mayores determinadas patologías.

Isquemia y tabaquismo

Aquellas heridas cuyo origen es vascular cronifican con bastante frecuencia. En este sentido influyen ciertos hábitos como el tabaco, que puede generar problemas de isquemia. Lo mismo sucede con la diabetes, no mantener los niveles de ejercicios adecuados, ingerir comida con demasiada sal o consumir drogas y alcohol.

La falta de higiene causa en ocasiones verdaderas complicaciones en lo referente a las enfermedades crónicas, y por otro lado el riesgo de terminar con una de estas heridas va aumentando a medida que lo hace la edad del paciente.