Desalojados los preferentistas del pleno de Ferrol

FERROL

Rocío Pita

PSOE, IU y BNG abandonaron el salón y la sesión se celebró solo con el PP e IF

27 jun 2013 . Actualizado a las 15:52 h.

Por primera vez, el gobierno local ferrolano ordenó el desalojo del pleno. Tras la suspensión de dos plenos -el de abril, cuya sesión acabó celebrándose tres días después, y el frustrado de mayo- el gobierno local consiguió celebrar la sesión. Lo hizo después de que los preferentistas que se encontraban en el salón de plenos impidiesen con sus gritos el inicio del pleno.

Tras varios requerimientos del alcalde, ordenó a la más de una docena de agentes presentes que procediesen al desalojo, que se ejecutó entre protestas.

Los grupos de izquierda, PSOE, IU y BNG, abandonaron el salón y el pleno se celebró solo con el PP e IF. No hubo debate y tampoco se abordaron las mociones previstas por los partidos ausentes, por lo que la sesión, que incluía 49 puntos en el orden del día, se liquidó en apenas media hora.

Medidas de control

La entrada al pleno de Ferrol se produjo con normalidad, aunque desde antes de las 9.30 horas había ya gente esperando ante el anuncio de la limitación del aforo. Finalmente, no se llegó a completar la capacidad máxima del salón, pero estaba prácticamente lleno. Policías y bomberos, afectados por las preferentes y trabajadores de Megasa se plantaron con pancartas ante los escaños, y los gritos de los preferentistas impidieron el inicio del pleno. El portavoz de IF, Juan Fernández, abandonó el salón y minutos después el alcalde declaró un receso con los portavoces, que no fue secundado por IU y BNG, que permanecieron en sus asientos. En él, el alcalde anunció su intención de desalojar a los que protestaban a gritos.

Rey Varela: «He cumplido con mi obligación»

El alcalde, José Manuel Rey Varela, justificó su decisión: «En el día de hoy he cumplido con mi obligación: mantener el gobierno de la ciudad», dijo en rueda de prensa. «Se procedió a un desalojo porque impidieron el desarrollo del pleno», y «una minoría no puede impedir que se exprese la mayoría», añadió, asegurando que las protestas no se hacían para defender a los preferentistas, sino «con ánimo de reventar el pleno».

El gobierno local manifestó su intención de seguir aplicando las medidas de control de acceso estrenadas hoy y que, según el concejal de Seguridade, «fueron absolutamente eficaces».

La portavoz del gobierno, Martina Aneiros, instó a los grupos de la oposición que abandonaron el pleno tras el desalojo a que «cumplan con su obligación» y asistan a las próximas sesiones.

PSOE: «El desalojo es la última medida»

Por su parte, el grupo municipal del PSOE argumentó su abandono del pleno. «El PSOE se ha ausentado por la situación de violencia que hoy hemos presenciado», explicó su portavoz, Natividad González Laso. Para la formación socialista, el desalojo es «la última medida» ya que «sabemos que existen mecanismos para evitar situaciones como las que hoy hemos vivido», y pidió al alcalde que dialogue con los colectivos que acuden a protestar ante el pleno «desde hoy», para prevenir que se reproduzcan en el futuro casos similares.

IU: «Nos parece inaudito o que está a pasar neste Concello»

Minutos después del desalojo Javier Galán, portavoz de IU, expresaba en la plaza de Armas que «nos parece inaudito o que está a pasar neste Concello. Se fixo o control do aforo para que entraran só 84 persoas e agora se tomaron medidas e agora se tomaron medidas para botar á cidadanía», recriminó al gobierno local. Admite que los preferentistas impedían el desarrollo del pleno pero «se me chego a ver nesa situación o faría moito peor do que o están a facer».

BNG: «Non é un comportamento admisible»

Por su parte, Iván Rivas, del BNG, calificó de «inadmisible» el comportamiento del ejecutivo ferrolano «e menos nun pleno municipal». El portavoz nacionalista asegura que el uso de la fuerza para desalojar a los vecinos «non é o comportamento adecuado respecto dunha situación dramática na cidade», y criticó las otras medidas de restricción de acceso aplicadas en el pleno, como la limitación de aforo «discrecional», el acceso por una puerta lateral y la identificación de las personas que, a su juicio, busca «ocultar a situación tan grave» en la que se encuentra la ciudad. Los ediles del Bloque entraron por el acceso del público con camisetas que reproducían su DNI, ante la imposición del gobierno local de identificar a los asistentes.

IF: «El desalojo ha sido una gran valentía»

El independiente Juan Fernández, el único edil de la oposición que se mantuvo en su escaño, habló ante el pleno y dijo esperar que lo sucedido «sea el finiquito para siempre por el bien de la democracia». Apoyó la decisión del gobierno de desalojar: «No quisiera felicitar al partido que ha sido capaz de cortar lo sucedido, pero sí ha sido una gran valentía. La única forma de que desaparezca la anarquía es haciendo cumplir la ley».

Un denunciado por insultos

Entre el público también se produjeron fricciones. Parte de los asistentes al pleno recriminaron a quienes protestaban sus gritos y demandaban que se dejase celebrar la sesión. Y en el rifirrafe, una de las asistentes reclamó a la Policía Local que identificase a Alexandre Carrodeguas, uno de los participantes en las protestas, por supuestos insultos. Los agentes lo desalojaron y en la entrada intentaron identificarlo de nuevo para que la denunciante pudiese presentar la denuncia. La situación motivó las protestas de varias personas, entre ellas, los portavoces de IU y BNG, que bajaron a hablar con la policía y a recriminarles que se intentarse identificarlo otra vez, tras haber pasado el pertinente control a la entrada. Carrodeguas señaló que se trataba de «unha militante do PP» que, junto a otras personas, «estaban imprecando á xente que estaba defendendo os seus dereitos» y admitió que «poido haber algunha imprecación sobre cómo estaba discurrindo o pleno, pero sen máis importancia».