El relevo de parte de la dotación y las vacaciones de otros marcan la actividad dentro del buque
06 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La última semana ha estado marcada por los cambios a bordo del buque de aprovisionamiento en combate (BAC) Cantabria, que se encuentra desplegado en Australia hasta noviembre. Sobre sesenta integrantes de la dotación se han marchado. Unos de vacaciones y otros para ya no regresar las antípodas.
Desde el barco se relata que «ha sido una semana diferente. Más guardias que lo habitual, sitio en el sofá, casi un silencio sepulcral en todos los pasillos del barco, lavadoras libres en la lavandería.». Y se añade: «Pero, esa solo es una parte, ya que, la cara B de esta semana es la de que todo ese silencio, esos huecos libres en un sofá o no tener que hacer cola para lavar la ropa solo pueden significar una cosa, que falta parte del equipo que vino a Australia».
Con cierta nostalgia se recuerda que «algunos de los que se han ido ahora, volverán pronto, el tiempo pasa más rápido de lo que parece aunque será suficiente para poder disfrutar las vacaciones con la familia. Pero eso no es motivo para que no se sienta que faltan las bromas de algunos, las carantoñas de otros, los apelativos cariñosos?
Otros por unos motivos o por otros, no volverán ya en un tiempo o no volverán definitivamente». Pero la nostalgia tiene que ser fugaz en el barco, porque hay tarea que abordar. Así, a renglón seguido se añade que «es un nuevo día y nunca mejor dicho, un nuevo comienzo. Con el barco listo, preparativos coordinados, material preparado y a la espera; es como nos encontramos ante la venida de todos aquellos que llegan esta noche. Nervios, preguntas, nuevos rostros, nuevas bromas, nuevos momentos, pero con el mismo objetivo de siempre. Bienvenidos».
Sensaciones que se repetirán de nuevo durante el mes de agosto, que es cuando la Armada española tiene programada una nueva etapa de descanso y rotaciones a bordo del Cantabria. Un barco ferrolano que, poco a poco, tacha días del calendario para regresar.
crónica el despliegue en australia de una unidad ferrolana