Defensa apura las opciones para comercializar el barco
31 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El portaviones Príncipe de Asturias continúa acumulando efemérides amarrado en un muelle de Navantia y bajo control del Arsenal de Ferrol, con su dotación de custodia y a la espera de saber cuál será su fin definitivo: la subasta para convertirse en chatarra o su venta a una Armada extranjera.
Si el 22 de mayo de 1982 tenía lugar su botadura, tal día como ayer, en 1988, era asignado oficialmente a la Marina española, después de haber pasado todo tipo de pruebas y evaluaciones. Como todavía no ha sido dado de baja de forma definitiva -la fecha para que esto suceda aún es una incógnita, a pesar de que se había fijado para finales de junio- cumple de este modo veinticinco años de servicio. Un cuarto de siglo para un barco que supuso un salto cualitativo en la Flota y con un amplio currículo de tareas y misiones a sus espaldas.
Y también fue en un mes de mayo, en concreto el día 26 del 2010, cuando se produjo una navegación histórica, ya que el Príncipe de Asturias surcó las aguas junto a su sucesor como buque insignia de la Armada, el Juan Carlos I, dejando una estampa imborrable. Ambas unidades tienen el marchamo de calidad de haber sido fabricadas en los astilleros de la ría.
Mientras se suceden los hitos en el calendario, el Ministerio de Defensa continúa apurando las opciones existentes para comercializar el barco a otro país y, si es posible, incluir en la operación la costosa modernización que requiere el portaviones -motivo que precipitó su baja- en astilleros españoles.
Tal y como adelantó La Voz el pasado día 23, a la reciente visita al barco de una delegación de la Marina de Indonesia se le suma el interés de Filipinas y otros países, árabes fundamentalmente.
Ese interés ha sido reconocido oficialmente por parte de la Armada, aunque no ha trascendido aún ningún principio de acuerdo y, de hecho, la operación se continúa considerando muy compleja dada la antigüedad del buque y la necesidad de esa reforma.
reportaje un cuarto de siglo al servicio de la armada
También un mes de mayo, en el 2010, navegó con el «Juan Carlos I»