Una gran grúa comenzó ayer a demoler el edificio, que desaparecerá en días
21 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El emblemático edificio del Bambú Club, en Recimil, ha comenzado a ceder al peso de la piqueta. Más concretamente, al del brazo de la gran grúa que desde ayer por la tarde ha comenzado la demolición del inmueble, tras días de labores previas. El número 6 de la carretera de Castilla todavía se mantiene en pie, pero será por poco tiempo. «Entiendo que entre esta semana y la que viene dejaremos de ver esa imagen, a mi juicio, lamentable», señalaba ayer por la mañana el responsable municipal de Urbanismo, Guillermo Evia, en referencia al deterioro de la fachada, situada en una de las entradas de Ferrol. La maquinaria desplazada a Ferrol, señaló el edil, «agilizará los plazos de la demolición» y, sobre todo, «minimiza los riesgos», ya que evita que tenga que haber personas en el interior del edificio en el momento de la demolición.
El proceso del derribo tiene un plazo de ejecución oficial de cuatro meses y lo desarrolla la empresa Xestión Ambiental de Contratas por un presupuesto de 108.334 euros. El Concello lo impulsó hace más de un año y medio ante el estado «ruinoso» y el «riesgo de derrumbe» que suponía, para lo que pidió el consentimiento de la Dirección Xeral de Patrimonio.
Una vez conseguido este objetivo, ¿qué pasará después de la demolición? El plan del gobierno ferrolano pasa de forma inmediata por reparar los daños causados por la demolición, rematar el edificio anexo, y después, «acondicionar» el solar que quedará despejado como espacio libre. Sobre la posibilidad de levantar de nuevo el edificio, una intervención que costaría casi 800.000 euros, según estudios municipales, el concejal entiende que «habrá que reconstruir, pero entiendo que ahora mismo no es el momento de hablar de ese tema», sino de llevar adelante la demolición y dejar el solar en buen estado.
El PSOE local avanzó que en los próximos días presentará un plan integral para Recimil y que se celebrarán unas jornadas abiertas para dar a conocer la situación del barrio. La secretaria general de la agrupación local, Beatriz Sestayo, tachó de «escandaloso» que se «malgasten» 20.000 euros en horas extra para los policías locales para la elaboración del censo de viviendas.