Jardines comestibles en el salón

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL

JOSÉ PARDO

La última moda no solo es cuidarse, sino también cuidar de plantas que, además de embellecer nuestra casa, sirven de sustento físico y espiritual, la tendencia de los huertos urbanos llega al interior de los edificios, donde se pueden tener en cuadros, paredes y hasta alféizares gracias a nuevos sistemas

21 ene 2013 . Actualizado a las 19:55 h.

El proverbio chino que asegura que un jardín asegura la felicidad para toda la vida está más vigente que nunca y, por fin, al alcance de cualquier persona por muy lejana o alta que esté su casa con respecto de la tierra fértil. Ya es posible tener una parcela de medio metro en una terraza o de apenas unos centímetros en el alféizar de la ventana gracias a paisajistas que están incorporando los huertos en los proyectos más exclusivos, pero también al ingenio de personas que buscan recursos para tener una maceta que les dé tomates frescos o que les evite tener que comerse verdura que lleva, en algunos casos, más de quince días viajando en camiones y aviones hasta el supermercado.

Silvia Caffaro es la dueña de Herbas de Caaveiro, un vivero de plantas aromáticas ecológicas que está en San Sadurniño y que surte a muchas de las personas que tienen esta nueva inquietud de cultivar o consumir preferentemente productos que crecen en Galicia. «La moda de las huertas en casa tiene una explicación muy sencilla, son muy agradecidas, son plantas que hacen que tu entorno sea más bonito, que te hacen sentir bien cuando las cuidas y, además, te las puedes comer y saben muchísimo mejor que las que compras», explica esta mujer de origen italiano y argentino, pero que se siente muy gallega.

Ahora buena parte de su trabajo consiste en asesorar a personas o entidades que quieren poner en marcha huertos urbanos sostenibles, pero cuando ella decidió montar su viviero ecológico muchos cuestionaron su modelo de negocio y solían hacerle la misma pregunta: ¿En qué se diferencian sus plantas de las macetas de albahaca, menta o perejil que se pueden encontrar por un euro en casi todos los supermercados? «Para empezar son plantas que crecen despacio y lo hacen en Galicia, así que no se van morir o marchitar en cuanto lleguen a casa y lo que es mejor tienen un aroma incontestable», replica Silvia, que además de muchos particulares tiene clientes como la empresa de Érbedo, de Narón, especializada en cubiertas ecológicas y muros verticales ajardinados.

Uno de sus últimos proyectos ha consistido en crear un jardín en la cubierta de un edificio de As Pontes, que será un centro medioambiental. Y en el que aseguran que se podrían instalar especies comestibles, algo que han hecho en otros proyectos, pero que en Galicia todavía no les han pedido. «A finales de mes vamos a hacer un jardín vertical que probablemente cuente con este tipo de elementos», detalla Juan Penabad Muras, gerente de una firma, que tiene claro que el coste de los sistemas de riego son el principal reparo a unas instalaciones que son la última tendencia en paisajismo para restaurantes o edificios públicos.

El huerto de interior casero tiene la ventaja de que es más barato y más accesible que las parcelas que se están creando en el entorno de muchas ciudades. «Este invierno con la cantidad de agua que cae ha sido muy complicado cultivar», explica el responsable de uno de estos espacios en Belvís, en Santiago.

CONSEJOS Y PLANTAS PARA LOS NUEVOS ECOHORTELANOS

Hace poco menos de un año Francisco Ares (en la imagen), un licendiado en Biología de 29 años, abrió Viveiros Vacaloura en Pontedeume para dar servicio a los nuevos ecohortelanos. En su tienda, en su web viverosvacaloura.com y en su página de Facebook hay muchos consejos para entrar en una afición barata y que se puede iniciar a cualquier edad: «Todo es ponerse y ponerle un poco de cariño, yo recomiendo apostar por los cultivos locales, que son los que dan más alegrías».