Viñetas ferrolanas desde Uruguay

M. Arroyo / M. Meizoso FERROL / LA VOZ

FERROL

Andrea Bechlian

30 oct 2012 . Actualizado a las 12:24 h.

A finales del próximo mes de noviembre, la capital de Uruguay, Montevideo, albergará la presentación de un cómic con sello ferrolano. Abel Álvarez Rejo (Ferrol, 1981), autor de Zombess, llevará sus viñetas a librerías y tiendas especializadas de Uruguay y Argentina de la mano de una editorial latinoamericana.

Abel Alves -así firma sus trabajos- cruzó el charco el pasado mes de enero por motivos de trabajo. Diplomado en Relaciones laborales y delineante, y vinculado al sector naval desde el 2005, tomó un destino propio de la emigración de la primera mitad del siglo pasado para trabajar como proyectista en una empresa local de ingeniería que desarrolla la construcción de barcazas en aquel país. Aterrizó en la capital uruguaya con una retahíla de viñetas e lustraciones, a las que jamás descuida, y con las que acudió a Montevideo comic, un evento que reúne a dibujantes y editoriales. Fruto de ese encuentro, Dragon comics, una conocida editorial uruguaya, le ofreció la publicación impresa de Zombess, su obra mimada. «Es una historia en tono humorístico, que cuenta las aventuras de una pequeña niña zombi que trata de buscar una serie de objetos mágicos para conquistar el mundo», explica Álvarez. Se convertirá así, asegura, en el primer dibujante de cómic de Ferrol que publicará sus trabajos en Argentina y Uruguay: «Para mí es una gran oportunidad, incluso para publicar en España en el futuro porque, por desgracia, muchas veces parece que si alguien publica en el extranjero le dan más importancia cuando vuelve a casa», dice el dibujante. Sostiene, no obstante, que cuando «hay calidad», no es necesario ceñirse a un público o área concreta: «Quino llegó a todo el mundo con Mafalda; no importa que el público sea uruguayo, español o argentino».

El 22 de noviembre culminará su trabajo artístico reciente con la presentación de Zombess en en el centro cultural de España de Montevideo. Y aun le restan al menos «dos o tres años» -lo previsto por la compañía naval- en esa ciudad. Tiempo que aprovechará para enriquecer su obra.