Sanesteban manejaba grandes cantidades de dinero sin ingresos conocidos
24 oct 2012 . Actualizado a las 06:59 h.La cocaína incautada por las autoridades colombianas en Cartagena de Indias destinada a la organización ferrolana destapada en la operación Aforo habría supuesto unos ingresos al grupo de más de 32 millones de euros. Ello da una idea de las proporciones económicas que manejaban los procesados por el juez Morán, que encabezaba, según el mismo juez, el empresario de la noche Nano Seoane. Seoane manejaba sus negocios en un entramado de sociedades con su familia, hijos y testaferros a través de los cuales, sospecha la Udyco del Cuerpo Nacional de Policía, lavaban el inmenso trasiego de dinero supuestamente procedente en buena parte del narcotráfico.
Pero otro implicado, Francisco Javier Sanesteban, tampoco le iba a la zaga porque la policía no ve parejo su alto nivel de vida e importantísimas inversiones en solares y promociones sin oficio conocido. Así, refiere el primer informe policial sobre el entramado económico, Sanesteban en el 2006 adquirió 33.900 activos de una conocida entidad bancaria por cerca de 423.000 euros. Para mayor sorpresa de los investigadores, la sociedad a través de la cual hizo esta compra de activos (Comercial Sanfey, S. L. de la que Sanesteban era el titular del 100% de la sociedad) declaró pérdidas por aquellos años.
En este caso no existe duda alguna porque la sociedad era totalmente suya, pero en otras en la que aparece Seoane figuran también como dueños de participaciones conocidas empresas de Ferrol y comarca. Aunque por el momento todavía es pronto para saber si estos empresarios eran conocedores de que parte del flujo de capital que llegaba a sus empresas tenía su origen, supuestamente, en el narcotráfico. Es la parte que trata de aclarar ahora la policía en esta fase, la más compleja de la pesquisa dado que los procesados tratarían de encubrir de legalidad todos sus manejos.
Una curiosidad: la compañera de Sanesteban figuraba como empleada de una mercantil de Lalo Pino, supuesto trabajo por el que cobró en el 2009 13.000 euros. No obstante, la policía desconoce «el cargo que [esta mujer] ocupaba y las funciones que realizaba». No obstante, por las intervenciones telefónicas se sabe que era un empleo ficticio para justificar sus ingresos.