Gato asegura que la situación del recinto puede ser ya «terminal»
27 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.«La situación de FIMO puede ser terminal si no hay un tratamiento rápido de choque». El presidente del Consorcio Pro Ferias y Exposiciones, Xoán Gato, aseguró ayer al término de la reunión del consejo de administración del recinto que se precisa de un cambio de rumbo urgente para frenar la ruina del organismo. Fue una reunión en la que quedó constancia de la fractura entre los dos socios de gobierno.
Los miembros del consejo, entre los que se encuentran los directivos nombrados por la Cámara -la entidad tiene el 55% del accionariado- y los representantes tanto del grupo de Gobierno del Concello de Ferrol como de la oposición -el Concello ostenta el 45% del ente- acudieron ayer al encuentro convocados con el único punto del día de abordar el futuro del recinto. El equipo liderado por Xoán Gato no se siente lo suficientemente respaldado por el Concello y con anterioridad ya le había planteado a su socio en el consorcio que, de continuar lo que consideran trabas al desarrollo del plan para sacar a flote el recinto, dejarían toda la responsabilidad de la entidad en manos del Concello. Ayer, según Xoán Gato, fue el concejal de Hacienda, Alejandro Langtry, el que manifestó su disposición a hacerse cargo del organismo por completo, si así fuese necesario.
FIMO, Xunta y el Concello defienden la transformación del recinto en una fundación -la entrada del Gobierno autonómico y también de la Diputación reportaría nuevos fondos al organismo- los trámites para su constitución no se han materializado aún. «A día de hoy no hemos recibido aún ninguna notificación oficial del Concello de que exista la voluntad real de crear la fundación», criticó Gato.
La versión del gobierno local es otra. «Los hemos apoyado absolutamente en todo. Ellos dicen que no son capaces con el plan presentado pero no plantean alguna alternativa. Si no son capaces, que lo digan y será el Concello el que asumirá el mando», aseguró Langtry.
La falta de liquidez es uno de los problemas principales, que mantiene deudas con proveedores -Gato dice que a un empresario lo han llevado a la ruina- y también adeuda cuatro pagas a su plantilla, además de varios sueldos y las indemnizaciones a los cinco despedidos. Tanto los representantes del PSOE como del BNG y de EU se opusieron desde un primer momento a los despidos.