Feliz reencuentro con «Roni»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL

Un dueño denuncia que su can estuvo en la perrera un año y nadie lo avisó

07 feb 2012 . Actualizado a las 10:52 h.

Para Carlos Vizoso Rodríguez, un vecino de 81 años de la parroquia de Covas, su perro Roni es algo más que una mera mascota. Viudo y con cuatro hijas ya independizadas, el can se convirtió en su más fiel compañero desde que lo adoptó, hace ya diez años, cuando el animal apenas tenía dos meses de vida. Pero todo cambió hace poco más de un año, cuando Roni desapareció sin dejar rastro.

Tras buscarlo primero en la parroquia, el dueño del can acudió al refugio municipal de animales de Mougá, por si alguien lo hubiese llevado allí. «Me enseñaron unas jaulas al aire libre, en las que Roni no estaba, pero me insistieron mucho en que no me preocupase, porque si el perro llegaba al refugio y llevaba microchip, me avisarían de inmediato».

Carlos se quedó algo más tranquilo, «porque Roni tiene microchip desde los dos meses», pero sus esperanzas se fueron apagando poco a poco, al ver que pasaba el tiempo y esa llamada tan ansiada no llegaba. Por eso su sorpresa fue mayúscula cuando, más de un año después de la desaparición de Roni, una vecina suya lo llamó para decirle que había localizado al can en las instalaciones de Mougá. «Ella había ido allí para adoptar un perro, lo vio por casualidad y enseguida lo reconoció», relata Vizoso.

Nada más enterarse de la noticia, el propietario acudió al refugio. «Y entonces lo vi», recuerda emocionado. «Al comprobar que llevaba microchip y que efectivamente aquel era mi perro, el empleado que me atendió se echó las manos a la cabeza y me dijo que no entendía lo que podía haber pasado para que nadie me avisara», añade a continuación Vizoso.

Una vez aclarado el error, el propietario de Roni -al que en Mougá rebautizaron como Ozil- tuvo que pagar una tasa de 72, 63 euros para recuperarlo, al tiempo que le fue entregado un papel en el que se indicaba que el perro había sido hallado en las inmediaciones del faro de Cabo Prior el 3 de enero del 2011. Es decir, un año y un mes antes del feliz reencuentro con Roni, que volvió a manos de su dueño el pasado 31 de enero.

Indignación

«Estoy indignado y no porque haya tenido que pagar esos 72 euros, sino porque el perro estuvo en una jaula durante un año sin ninguna necesidad. La única explicación que encuentro a lo sucedido es que hubo una mala gestión y no le pasaron el lector del microchip al perro cuando llegó al refugio», dice molesto Carlos Vizoso.

El concejal delegado de Seguridad y Servicios, Pablo Cal (PP), aseguró a La Voz que el Ayuntamiento tiene conocimiento del caso de Roni y está investigando las causas de lo ocurrido. Una de las hipótesis que se barajan es que se produjese un fallo de funcionamiento en el lector del microchip, porque lo primero que se hace cuando un perro llega al refugio es comprobar si lo lleva, para poder avisar así a su propietario. El edil también recordó que la gestión del centro cambió de manos hace poco más de un mes -de Tragsatec pasó a Iniciativas Medioambientais de Galicia- y mostró su confianza de que en el futuro no vuelva a suceder nada parecido.

A Vizoso, sin embargo, ya nadie le puede devolver los trece meses que estuvo sin su perro. «Lo pasé mal, muy mal», dice con los ojos empañados.