Fallece el ex alcalde e ingeniero naval Joaquín González-Llanos, ex director adjunto de Astano

Francisco Varela

FERROL

Perteneció a la generación de técnicos de la época dorada del astillero de Fene

04 nov 2008 . Actualizado a las 12:05 h.

El ex alcalde de Ferrol, Joaquín González-Llanos y Galvache falleció ayer en el hospital Juan Cardona, a los 79 años de edad, centro en el que se encontraba internado desde hace algunos días, debido a su delicado estado de salud.

Fue el regidor de la ciudad entre 1974 y 1977, tras Francisco Caamaño. Dejó el bastón de mando a Julio Pisos, todavía cuando los alcaldes eran designados por el gobernador civil. Es decir, dejó la alcaldía en los meses previos a la democratización de los ayuntamientos con las primeras elecciones locales. Apenas se hizo ver en actos públicos a partir de entonces, si bien durante el pasado día de San Julián, Vicente Irisarri logró convencerle, a pesar de su salud, para que se sumase a la tradicional comida de ex alcaldes.

Durante su mandato fue el regidor que recibió a Juan Carlos en su primera visita a Ferrol, tras ser proclamado Rey de España. Se recuerda como una de las mayores concentraciones habidas en la ciudad en décadas. Desde el balcón de la plaza de Armas, Joaquín González-Llanos pidió medidas contra la crisis que se avecinaba (la naval) y las infraestructuras que se demandaban entonces. Conocía bien los astilleros porque fue durante años director adjunto de Astano, empresa de la que su padre, José María González-Llanos, fue creador y presidente.

Era esta faceta de su personalidad, como técnico, la más conocida. Pertenecía a aquella generación de tecnócratas surgidos en los años 60 del pasado siglo, tras el plan de estabilización que abrió la economía española al desarrollo, y acabó con el autarquismo. Santiago, su hermano, lo recuerda como «buen estudiante, el número uno de la clase, buena persona, muy religioso y recto en su proceder». Álvaro, uno de los 14 hijos que deja Joaquín, afirma que el gran período de la construcción naval en Astano, a finales de los 60 y comienzos de los 70, fueron los años que más le enorgullecían. Cuando el astillero de Fene contruyó aquellos inmensos petroleros, como el Arteaga , Chum Woo o Butrón , cuyas botaduras atraían a Fene a decenas de miles de curiosos, para ver deslizar sobre las gradas esloras 350 metros. Pero fueron también los años de la antelasa de la gran crisis naval de la ría, que ensombrecía el futuro. La Transición retrasó las medidas económicas del ajuste. Luego, cuando se produjo la reconversión, Astano quedó entre los astilleros más afectados por las medidas. A partir del abandono de la alcaldía, Joaquín González-Llanos se convirtió en una persona muy discreta, que apenas participaba en actos públicos o institucionales a los que era invitado. Tampoco tuvo gran protagonismo en los diferentes proyectos políticos que surgían entonces, como UCD o AP, aunque fue asesor de Fraga.

El fallecimiento de su esposa, Pilar Navarro, ocurrido en el 2004, le afectó considerablemente. Aún así, era habitual verle haciendo la compra, aunque con visible deterioro físico.