Las máquinas gallegas que reciclan plásticos marinos en materiales de uso educativo

FAI GALICIA VERDE

PEPA LOSADA

La iniciativa medioambiental Coge3, que logró en sus casi diez años de existencia unir a colectivos y colegios en torno al fomento del reciclaje, dio en su última etapa un paso más al crear unas máquinas que convierten la basura marina en objetos útiles

18 ene 2019 . Actualizado a las 10:43 h.

Óscar García, fundador de Coge3, reconoce que sus máquinas para reciclar plásticos marinos son solo un medio para llegar al fin, un proyecto que le permite seguir aportando su granito de arena en la concienciación de los problemas que genera la polución del mar por plásticos, uno de los mayores peligros a los que se enfrenta el medio ambiente.

Para explicar este proyecto, la última etapa de la iniciativa medioambiental y educativa puesta en marcha en A Mariña en el 2009, el también topógrafo, surfero, presidente del club Augas Santas de Barreiros y, sobre todo, amante de la naturaleza, echa la vista atrás y recuerda sus inicios.

«Foi a raíz de estar con nenos na praia cando comecei a involucralos na idea de limpar a costa aportando cada un o seu grao de arena. O mecanismo do proxecto que puxemos en marcha era sinxelo: animábamos á xente a que cada vez que fora ao areal (ou a outro lugar), recollera tres restos de plástico, sacara unha foto e a subira ás redes sociais». Una idea -que bautizó al colectivo como Coge3- con germen en Galicia pero que rápidamente cosechó un gran eco en las redes sociales y se extendió a otras zonas del país.

«Pequenas accións, grandes resultados. Non podemos pretender limpar o planeta pero si axudar, xesto a xesto, a melloralo», subraya su artífice.

Tras este éxito inicial, Óscar García comenzó a enfocar sus esfuerzos en el mundo educativo, con charlas en más de 150 colegios y con actividades medioambientales en centros gallegos y de otras comunidades. «O máis importante é educar e concienciar aos nenos -os auténticos motores do cambio- da importancia de reducir o consumo de plásticos e de reutilizalo», destaca.

Foto del 2015 de una de las iniciativas puestas en marcha por Coge 3, con Óscar García al frente
Foto del 2015 de una de las iniciativas puestas en marcha por Coge 3, con Óscar García al frente PEPA LOSADA

Durante estos años uno de los habituales colaboradores del colectivo medioambiental fue el CEIP Atios de Valdoviño, con su profesora de primaria -ahora en excedencia- Laura Adela Fernández como motor. «Tenía la inquietud de llevar propuestas como la de Coge3 al colegio, para que realmente tuvieran un impacto y pudiéramos trabajarlas currículamente», recuerda ahora la profesora. Así, junto al colectivo con base en A Mariña, el centro puso en marcha hace años el conocido como Comando Lixo, unas patrullas de información, vigilancia y limpieza formada por escolares, que salían al patio para intentar que estuviese limpio, cuidaban la clasificación de los residuos y ayudaban a sensibilizar a sus compañeros de la contaminación del plástico. También se logró implicar a las familias con charlas, documentales e, incluso, con un decálogo de reducción de consumo de plásticos en los hogares.

Fue además Laura Adela Fernández la que en el 2016 también empujó a un Óscar García más desanimado -«a falta de implicación das persoas acaba minando a túa forza», reconoce- a imprimir un giro en el proyecto de Coge3, a dar un paso más. Le animó a desarrollar unas máquinas -que luego podrían ser utilizadas en las clases de robótica del CEIP Atios de Valdoviño- que reciclasen basura marina. La idea base era obtener a partir de los incontables restos plásticos previamente retirados filamento para impresoras 3D con las que los escolares del centro podrían construir robots educativos.

Para llevar a cabo el reto, el fundador de Coge3, que también colaboraba como desarrollador en la iniciativa Precious Plastic, se fijó en las cuatro máquinas ideadas por el creador de este proyecto, el diseñador holandés Dave Hakkens (preocupado por el consumo excesivo de plástico y los residuos generados), que convertían la basura plástica en materia prima para poder hacer nuevas creaciones.

Óscar García implicó en el proyecto a otros dos profesores que compartían con él su afición por el surf, a los escolares de los centros en donde estos impartían clase -el IES Perdouro de Burela y el IES Illa de Sarón de Xove- y a personal del departamento de polímeros de la Universidade de A Coruña. «Foi moi emocionante poder vincular a tres institutos nun proxecto medioambiental», reconoce orgulloso el fundador de Coge3. Entre todos, lograron ultimar tres máquinas (una trituradora, una inyectora y una extrusora) que permiten convertir basura marina no solo en filamento para impresoras 3D sino en distintos objetos útiles, como quillas de surf o peines. El centro de Xove cedió, además, una rotomoldeadora.

«A partir dun molde se consegue calquera peza. O que fan as máquinas é fundir o plástico sen engadidos químicos, sen romper a súa fase molecular. Non se perde ningún tipo de propiedade», aclara su ideador, que no oculta que lograr filamento para impresoras 3D conlleva una dificultad añadida. «É complicado manter as propiedades da basura marina. Ao estar exposta a factores como a salinidade, á variación de temperatura ou á humidade, manter a homoxeneidade do plástico, resulta difícil», remarca.

«Aínda así, logrouse a nivel doméstico», certifica su creador, que tuvo la oportunidad de presentarle a Pedro Duque su proyecto en la última feria educativa STEM de Galicia celebrada el pasado mes de abril en Santiago.

A pesar del éxito, las máquinas no llegaron finalmente al CEIP Atios de Valdoviño, su destino final, algo en lo que influyó la excedencia de su otra promotora, la profesora Laura Adela Fernández, como ella misma explica. Aún así, la educadora pone en valor el propio proyecto y subraya las llamadas que recibe de otros profesores interesados en las máquinas para llevar adelante distintos programas. «Agora hai moita publicación mediática sobre a contaminación dos océanos por plásticos pero cando comezamos ata se cuestionaba esa realidade. As familias dudaban do que investigábamos con nenos. Proxectos como o que fai Coge3 axudan a que veamos a magnitude do problema», enfatiza la educadora.

Las máquinas de Coge3 descansan temporalmente en el domicilio de Óscar García en Ribadeo aunque su creador reconoce que «moitos colexios de fora de Galicia estanme solicitando que as vaia a ensinar». La falta de presupuesto y la escasez de tiempo (en la actualidad dirige el campeonato de olas gigantes de Illa Pancha, en Ribadeo) le obligan, por el momento a posponerlo.

Aún así, y sin descanso, se plantea un nuevo viraje en el proyecto. «Xunto a Eric Rebiere (surfero experto en tomar grandes olas afincado en Bastiagueiro, donde tiene una academia de surf) estamos ideando un proxecto medioambiental co que insistiremos en involucrar a surfeiros e rapaces: lograr facer en Galicia tablas de surf a partir de basura marina», vaticina.

El fundador de Coge3, que no cesa en insistir que el proyecto no debe perder de vista su meta inicial -«Concienciar, educar e axudar a paliar un enorme problema: a plastificación do océano»-, también avanza que en el 2019 espera tener finalizado el documental As Bágoas de Serea, con el que se pretende mostrar de forma transversal la problemática que el mal uso del plástico causa en la naturaleza. Para ello, se entrevista en el vídeo a distintos gallegos conocidos en su ámbito, como Vicente Irisarri -exalcalde de Ferrol y pionero del surf en esta zona- o el científico Ángel Carracedo, y a personas para las que el plástico es fundamental en sus trabajos. «O plástico é unha materia prima boísima. O problema é o mal uso que lle damos. O seu uso é o que está enchendo a natureza de lixo», insiste su creador. 

En la grabación también aparecerán las máquinas de Coge3. «Mostraremos que o cambio é posible, so depende de nós», concluye su fundador.