Cómo disfrutar de los festivales de verano sin dañar el medio ambiente

Laura Penayo / M.C.G.

FAI GALICIA VERDE

Resurrection Fest en Viveiro
Resurrection Fest en Viveiro PEPA LOSADA

Los festivales no son sólo música y diversión. Después de que los reflectores se apagan nuestra huella medioambiental queda marcada por toneladas de basura y desechos

07 ago 2018 . Actualizado a las 06:59 h.

Los festivales y verbenas de verano convocan siempre a lo grande: gran cantidad de personas, grandes grupos musicales y, sobre todo, dejan grandes desperdicios. El año pasado, sumando todos los festivales que se celebraron en Galicia, la recogida de residuos de Ecoembes llegó a un total de 20.841 kilos de plásticos, latas y brinks. Mientras que los papeles y cartones que siempre quedan tirados en el suelo después de un concierto superaron los 6.000 kilos.

Con el objetivo de revertir estos datos negativos, la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio activó la campaña «Verdear é a actitude», con la que se pretende fomentar hábitos sustentables a través de acciones en festejos y actuaciones, eventos deportivos, el comercio y la comunidad educativa.

Pero para evitar que estas citas terminen con un impacto dañino para el medio ambiente no solo depende de iniciativas de las propias organizaciones de los festivales, sino también de cada uno de los asistentes. Estos son algunos consejos para seguir practicando las tareas de las tres erres: reducción (de residuos y emisiones), reutilización (de envases y botellas) y el reciclaje (de desechos).

Lleva botellas propias

Llevar un contenedor propio reutilizable para beber agua no solo ayuda al medio ambiente, a la larga, también ayuda a ahorrar. Para las bebidas, lo ideal son las cantimploras y los termos de acero inoxidable, que permiten mantener los líquidos frescos. Es recomendable buscar las políticas del festival por adelantado para ver qué tipo de botellas y contenedores está permitido llevar.

Compartir viajes y traslados

A la hora de los traslados, siempre es mejor ir caminando o en bicicleta, pero en el caso de tener que utilizar un vehículo de motor mejor que sea colectivo. Si se va en un vehículo particular, lo más recomendable es compartir plazas, ya que esto permite ahorrar gastos y sobre todo evitar las emisiones contaminantes.

Llevar vasos reutilizables

En un festival la noche pasa de música en música y entre bebida y bebida. De lo último, siempre quedan rastros con los vasos y plásticos tirados al final de la noche. El año pasado, estos residuos constituyeron casi el 40 % de la recolección de Ecoembes en festivales gallegos. Para evitar la acumulación de recipientes de plásticos con la compra de bebidas, es conveniente llevar un vaso reutilizable. Algunos festivales ofrecen recipientes por los que la gente paga al principio y al devolverlo, recuperan el dinero. De esta manera mantienen su valor y si no se reutilizan, pueden ser reciclados una y otra vez, a diferencia del plástico que se degrada con el tiempo.

Llevar una bolsa propia 

Que los contenedores de basura estén lejos, nunca debe ser una excusa para que los desechos no lleguen a destino. Por eso, es recomendable llevar una mochila o bolsa para guardar los desechos hasta poder encontrar el depósito apropiado para descarga.

Cuidado con las colillas de cigarrillos 

Las colillas de cigarrillos son la principal fuente de basura en el mundo. Cada año se tiran 4,5 trillones de colillas, lo que supone el 30 % del total de desperdicios, por delante de las bolsas de plástico, envases de alimentos y botellas. Una colilla tirada en el suelo tarda entre ocho y nueve años en degradarse. Por eso en caso de no encontrar un cenicero cerca, es preferible acumular los cigarrillos apagados y tirarlos después en el contenedor correcto.

Evitar las papeletas de publicidad

Al final de un festival, muchos lugares terminan inundados de papeletas de publicidad. Por eso, a veces es recomendable prescindir de estos recursos, o bien, guardarlos para que luego vayan al contenedor azul y que vuelvan a convertirse en papel. De esta manera se reducen la sobreexplotación de recursos naturales (madera, agua, energía) y los problemas de contaminación que genera la producción de papel. Reducir el consumo de papel es, por tanto, la mejor opción medioambiental.