Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes: «Investigamos para que los envases del futuro sean comestibles o biodegradables»

flor robleda VIGO / LA VOZ

FAI GALICIA VERDE

M.MORALEJO

Ecoembes estudia la forma de crear envases más sostenibles en un laboratorio pionero en Europa

29 abr 2018 . Actualizado a las 13:48 h.

La preocupación de Óscar Martín por el medio ambiente va allá de su cargo como consejero delegado de la empresa Ecoembes, la que se ocupa de gestionar de forma sostenible los residuos que llegan a los contenedores amarillo y azul. Su mochila, fabricada con redes de pesca, su chaqueta a base de envases de PET y su pasión hablando de reciclaje le delatan.

-Se lo tengo que preguntar. ¿Usted separa los residuos o en casa del herrero...?

-(Ríe) Rotundamente sí, separo todos los residuos porque no hay otra. Estamos agotando los recursos, y con pequeños gestos que no nos llevan nada ayudamos a un planeta que lo necesita.

-Los gallegos separamos cada vez mejor. Pero, ¿cuánto y cómo de bien se nos da?

-En Galicia trabajamos codo con codo con la Xunta, que está dando pasos muy importantes para conseguir alcanzar la economía circular. En el 2017 los gallegos han reciclado más. En total han depositado 57.000 toneladas de envases, un 6% más que el año anterior. Eso lo hemos conseguido rodeando al ciudadano con más contenedores en la vía pública para que pueda depositar todo lo que genera en casa. Pero también fuera de casa. Estamos llevando contenedores a estadios deportivos, festivales, aeropuertos, centros penitenciarios, empresas... Las gallegas y los gallegos responden.

-Hace un año ustedes anunciaron una fuerte inversión en tecnología para desarrollar los envases del futuro. ¿Cómo serán?

-En Ecoembes llevamos innovando muchos años. Pero queríamos ir un paso mas allá y por eso creamos el primer laboratorio de economía circular de Europa. Hoy consumimos recursos por el valor de 1,6 planetas, y solo tenemos uno. Debemos tender a envases cuyos componentes procedan de fuentes renovables. Estamos estudiando envases comestibles, biodegradables, que cada vez pesen menos, que incluyan en su fabricación el máximo o el 100 % de productos reciclables. De nuevo en España somos líderes.

-The CircularLab es la muestra de que los residuos no son basura, que crean riqueza. ¿Cuánto empleo genera?

-Abrimos el laboratorio hace un año. Empezamos con apenas 20 y hoy son 165 iniciativas las que se están desarrollando. Queremos aprovechar para agradecer a todos los emprendedores que fueron a vernos con sus ideas. Es un lujo haber lanzado ya casi 15 empresas que habíamos incubado. Tenemos prevista una inversión de diez millones de euros en cuatro años para crear 42 puestos de trabajo, 200 en incubadoras en red. Sin ir más lejos, la actividad de Ecoembes genera 42.600 puestos de trabajo entre directo e indirectos.

-El porcentaje de reciclaje en España se sitúa en torno al 35 %, muy lejos del objetivo del 55 % para el 2025 y muy por debajo de la mayoría de los países europeos. Además de mejorar estas tasas, ¿qué queda por hacer?

-Hay que decir que en España somos líderes en reciclaje de envases ligeros, estamos ya en un 76 %. Pero es cierto que en general, sumando todos los residuos, nos quedamos en el 35 %. Aún así, hay que reciclar otros flujos en los que no se está haciendo nada. Hay que trabajar en la materia orgánica, que es casi la mitad de nuestra basura diaria; también la ropa... y consumir de forma responsable; tenemos que pasar de una economía lineal a una economía circular.

-¿Qué papel tienen las empresas que producen los bienes de consumo en esa economía circular?

-Tenemos que hacer compatible el crecimiento económico con la sostenibilidad. Es muy importante que fabriquemos con cabeza. El 70 % de la huella ambiental está en el diseño de un producto. Y ahí entran prácticas como evitar el sobre envasado, introducir materiales reciclados... El peso de nuestros envases es hoy un 20 % menor que hace 10 años, y eso ha implicado, de golpe, más de medio millón de toneladas de ahorro en materias primas. Eso significa que no hemos ido a la naturaleza para tener un forro polar hecho con botellas de PET, una llanta de bicicleta hecha con latas o una lavadora fabricada con envases metálicos, y eso es economía circular. Tenemos que ampliar ese ecodiseño de los productos domésticos a la totalidad de los productos que producimos.

«Queremos que el medio ambiente entre en el currículo escolar»

Reciclar seis botellas de agua contrarresta la emisión de diez minutos de un tubo de escape. Es solo un ejemplo del tipo de información que contribuye a concienciar a la población. La ciencia está de lado del medio ambiente.

-Según algunos estudios, los jóvenes son los que menos reciclan. ¿Cómo llegan a ellos?

-Es verdad que los ciudadanos españoles entre los 17 y algo más de los 30 años tienen un menor compromiso con la segregación de los residuos y con el reciclaje. Y eso lo tenemos comprobado y monitorizado en The CircularLab, el primer laboratorio europeo de economía circular. Ellos no consumen información en medios convencionales y por eso tenemos campañas especificas, con lenguaje, mensajes y contenidos elaborados por personas especializadas en esta franja de edad. Lo que estamos haciendo es dirigirnos a este público por los medios por los que ellos se comunican, utilizar redes sociales y medios digitales.

-¿Se abren camino en las aulas?

-La concienciación desde la infancia es básica. Desde el año 98 que iniciamos la actividad de Ecoembes hemos trabajado en educación. Cada año trabajamos con casi 700.000 niños en toda España. Hace tres años dimos un paso más, y comenzamos a dotar a los profesores de una herramienta a través de la web con contenidos que conciencian de la importancia del reciclaje con el programa EducaEnEco. Pero es ahora cuando estamos dando el gran paso con Naturaliza, un programa piloto diseñado con mas de 30 expertos en educación o psicólogos ambientales, para meter el medio ambiente en las aulas y sacar las aulas al medio ambiente. Es poner competencias ambientales en el currículo escolar, esa es la novedad. Queremos crear una competencia en materia ambiental, de cambio climático, biodiversidad, residuos, reciclaje, agua... para que desde pequeños, cuando estudiamos los ríos, podamos interiorizar que no se deben contaminar; para que cuando estudiemos los pulmones aprendamos que es muy importante que el aire que respiramos esté limpio. Empezaremos por primaria para posteriormente extenderlo a los siguientes grados de la escolarización.

-¿Los ciudadanos reciclan porque es su deber o lo hacen convencidos de que nos beneficia a todos?

-La sociedad lo ha entendido muy bien y nosotros estamos enviando mensajes que se adecúan a lo que el ciudadano necesita conocer. Es vital que sepa que tiene que reciclar, pero también el por qué y el para qué. De ahí la última campaña, Recicla y respira. Que sepan que ese gesto de echar la lata al contenedor amarillo tiene un gran beneficio para contrarrestar la contaminación.