­La potencia hecha consola

Brais Capelán

EXTRAVOZ RED

Christian Petersen

El momento ha llegado. Microsoft desveló el misterio detrás de Project Scorpio y presentó en el E3 de Los Angeles la consola más potente de la historia, una máquina que llegará en noviembre con una resolución 4K nativa, 6 teraflops de potencia y 12 GB de RAM para hacerse con el mercado del videojuego. ?

25 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Hicieron falta casi dos años de incertidumbre desde que Microsoft mostró unas pocas imágenes y dio un primer nombre -Project Scorpio- para conocer a fondo la máquina que está llamada a dominar el mundo de las videoconsolas, al menos en términos de potencia. Xbox One X ha sido uno de los grandes anuncios del pasado E3 de Los Ángeles. Microsoft puso toda la carne en el asador para presentar una consola elegante por fuera y temible por dentro, que llegará a las tiendas de todo el mundo el próximo 7 de noviembre, un año después del lanzamiento de PS4 Pro, su rival más inmediata de Sony.

En la propia industria había pocas dudas de que este sería el año de Xbox One X. Solo faltaban por conocer sus características y especificaciones técnicas al detalle. La nueva máquina de la multinacional americana soportará, como ya se conocía, videojuegos en resolución 4K nativa. Se trata, quizá, del gran aliciente para los usuarios en términos de jugabilidad. Además, su CPU de 8 núcleos a 2,3 GHz y sus 6 teraflops de GPU la hacen un 40 % más potente que cualquier otra máquina del mercado. También es superior en cuanto a memoria RAM, con 12 GB. En cuanto a almacenamiento, su capacidad de 1 terabyte se queda algo escasa para el tamaño de los videojuegos actuales, aunque -como ya ocurre con sus predecesoras- podrá usar discos duros externos para ampliar la memoria.

Sin embargo, la nueva consola de Microsoft es muy diferente a lo que la multinacional había planteado con Project Scorpio: una consola modular con piezas actualizables. El responsable de medios y redes sociales de Xbox España, Juan Carlos González, explicaba desde Los Ángeles a La Voz que esta idea inicial había sido descartada por la preferencia de los usuarios por máquinas cerradas y auguraba un futuro prometedor para la One X entre los distintos tipos de usuarios. «Llevamos muchos años de hardware cerrado y funciona bien, entusiasma a la gente, les gusta la propuesta que tenemos nosotros y el resto del sector», señalaba Juan Carlos González.

Otra de las características que hacen de Xbox One X una consola única es su reproductor de Blu-ray 4K. También la compatibilidad con Dolby Atmos y su avanzado sistema de refrigeración líquida. Desveladas todas sus cualidades, solo quedaba un último misterio por resolver: su precio. La nueva máquina de Microsoft costará el día de su lanzamiento 499 euros, lo mismo que valía en su estreno el primer modelo de Xbox One -que incluía la cámara Kinect, pasando a costar 399 euros sin este accesorio más adelante- y 100 euros más cara que la PS4 Pro, su rival natural en el mercado de las consolas de salón.

Con todo contra Sony

Salvo algún raro imprevisto, todo hace presagiar que Sony tendrá que entregarle en noviembre a Microsoft el distintivo de la «consola más potente del mundo». Con estas palabras califica hasta la fecha la compañía nipona a la PS4 Pro. Era inevitable que, tras el anuncio de Xbox One X en el E3, los usuarios se apresurasen a comparar los requisitos de ambos hardware para buscar sus grandes diferencias.

Además de los 4 teraflops de Sony contra los 6 de Microsoft y los 8 GB de RAM de la Pro contra los 12 de la X, lo que realmente convierte a la última en la mejor consola del mercado es su capacidad de procesar juegos en resolución 4K de forma nativa. Este fue uno de los puntos más criticados cuando se anunció la PS4 Pro, ya que esta solo adapta sus títulos a un 4K dinámico, escalando la resolución para conseguirlo. Además, de forma imprevista, Sony tampoco incluyó en su máquina un reproductor de Blu-ray de 4K, algo que la consola de Microsoft sí tiene.

Los juegos, la clave

Si hay un aspecto en el que Microsoft todavía debe mejorar es en la creación de grandes aventuras exclusivas para sus consolas. En este punto, Sony mantiene una clara ventaja con títulos sobresalientes que, por el momento, no son contrarrestados por otros similares de los estudios de Xbox. Sin embargo, todo apunta a que en los próximos meses la llegada de exclusivos en 4K nativo a One X dará un gran empuje a la nueva consola. Otro punto destacable de la conferencia del E3 fue la gran apuesta por la retrocompatibilidad de la nueva máquina de Microsoft, que tendrá disponibles títulos de todas las generaciones de consolas hasta la fecha. El propio Phil Spencer, alma mater de Xbox, aseguraba hace unos días que el objetivo es que los usuarios disfruten o vuelvan a jugar a los grandes videojuegos que ha sido lanzados durante los últimos tres lustros. Spencer aseguró que buscan primar al jugador solitario y a las grandes historias y aventuras que no están de actualidad.

Por otro lado, habrá juegos que mejorarán gratuitamente su rendimiento en Xbox One X, como Gears of War 4, Resident Evil 7 o Final Fantasy XV. Mediante una actualización gratuita, estos títulos serán procesados a una resolución 4K.