Apple no ha inventado nada

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto GENERACIÓN XYZ

EXTRAVOZ RED

25 sep 2016 . Actualizado a las 11:43 h.

Han pasado casi diez años. El próximo 9 de enero se cumple una década de la presentación del primer iPhone y todavía sobrecoge ver en YouTube el vídeo de la keynote en la que Steve Jobs empieza diciendo cómo «de vez en cuando aparece un producto revolucionario y lo cambia todo». Jobs, un genio del márketing, jugó con la audiencia y anunció «tres productos revolucionarios en su clase: un iPod, un móvil y un dispositivo de Internet; un iPod, un móvil y un dispositivo de Internet... ¿Lo cogéis? No son tres dispositivos por separado, es uno. Y lo llamamos iPhone». Luego vendría el asombro de los asistentes en el Moscone Convention Center de San Francisco cuando vieron por primera vez cómo se podía hacer scroll con el dedo o ampliar una foto haciendo el gesto de pellizcar en la pantalla táctil, con una sencillez y una fluidez desconocidas. «Apple va a reinventar el teléfono», vaticinó Jobs.

Han pasado diez años y todos sabemos lo que ha ocurrido y hasta qué punto se ha cumplido lo que decía aquel visionario. La realidad es que se quedó corto, el smartphone no solo ha cambiado el mundo de la telefonía, ha reinventado nuestras vidas por completo. Para bien y para mal. Los dispositivos móviles han llevado las posibilidades de la comunicación humana hasta el límite y, paradójicamente, también las de la incomunicación. Uno puede estar conectado con todo el mundo a través de su teléfono y, al mismo tiempo, completamente aislado en una burbuja de realidad virtual. Hablar con los amigos por WhatsApp en lugar de salir a la calle y reunirse con ellos, asistir a un concierto y verlo a través de la cámara del móvil, componer melodías con GarageBand sin saber tocar un solo instrumento... Los límites de la privacidad también se han difuminado, aunque en esto tiene mucho que ver el exhibicionismo de algunos usuarios y nuestra dependencia de aplicaciones y redes sociales que, si lo pensamos fríamente, en absoluto son imprescindibles o necesarias para llevar un existencia normal, más o menos satisfactoria.

Hace diez años, cuando el primer iPhone 2G salió a la luz, sus detractores rápidamente sentenciaron: «Apple no ha inventado nada». Y tenían razón. La compañía de la manzana no inventó las interfaces táctiles, como tampoco había inventado el MP3 o la descarga de música y otros archivos por Internet. Pero hay un antes y un después del iPod, de la iTunes y la App Store, y por supuesto del iPhone. Hubo quien no supo verlo y así cayeron gigantes como BlackBerry, Nokia, Motorola... Otros reaccionaron a tiempo y por eso Samsung es actualmente el primer fabricante de móviles del mundo. En cualquier caso, el lanzamiento del iPhone 7 ha dejado una sensación de déjà vu, de algo ya vivido, y no por sus escasas diferencias respecto a la versión precedente, sino por esos comentarios que repiten año tras año como un mantra: Apple no ha inventado nada, no innova, el nuevo iPhone va a ser un fracaso.