Leonardo Fioravanti: todo al rojo

Ignacio Ferreiro González

MOTOR ON

Durante más de dos décadas de trabajo para Pininfarina, los diseños en los que Leonardo Fioravanti conjugaba magistralmente estética y aerodinámica tendrán su máximo exponente en los espectaculares modelos de Ferrari, desde el Daytona de 1968 al F40 de 1986.

15 jul 2018 . Actualizado a las 09:17 h.

1966 no había sido un buen año para la Ferrari. Los Ford GT40 hacían triplete en Le Mans, rompiendo la racha de seis victorias consecutivas del fabricante italiano, que nunca volvería a ser ganador absoluto de la prueba, y Lamborghini asombraba con su Miura de motor central, capaz de batir en velocidad a los modelos de calle de Maranello.

La reacción no se hacía esperar. En la primera prueba del calendario de 1967, las 24 Horas de Daytona celebradas en febrero de aquel año, Ferrari batía a los Ford en su propia casa, ocupando los tres primeros puestos. Y el siguiente modelo comercial del fabricante, el 365 GTB/4 presentado en el Salón del Automóvil de París de 1968, recuperaba el cetro como el automóvil de producción más rápido del momento. El nuevo modelo sería bautizado por la prensa con el sobrenombre de Daytona en recuerdo de la gesta del año anterior, y en sus incursiones en competición llegaría a ser vencedor en su categoría de aquella misma prueba, en 1979, como lo sería también en clase GT en Le Mans en 1972, 1973 y 1974.

Equipado con un motor V12 de 4,4 litros, 365 cc por cilindro y 4 árboles de levas, de los que toma su nombre, y manteniendo aún la configuración tradicional de los Gran Turismo, motor delantero y tracción trasera, frente al motor central que Ferrari adoptaría ya en los modelos posteriores, el Daytona no se encontraba en los planes del fabricante. Era en realidad el resultado de una propuesta desarrollada por su cuenta por uno de los diseñadores que entonces trabajaban para Pininfarina, Leonardo Fioravanti, a partir del chasis y mecánica del modelo anterior, el 275 GTB/4 de 1965, que tras ser presentada a Sergio Scaglietti, recibía finalmente la aprobación personal de Enzo Ferrari.

Fioravanti había nacido en Milán en 1938, el mismo año del nacimiento de Marcelo Gandini y Giorgietto Giugiaro, y cursado estudios de aerodinámica y diseño de carrocerías en el Politécnico de aquella ciudad, donde tendría como profesor al ingeniero Antonio Fessia, responsable de los Lancia Flaminia, Flavia y Fulvia, que terminada su formación le recomendaba para incorporarse a Pininfarina. Desde su traslado a Cambiano en 1964, participará, y será finalmente responsable, de gran parte de los prototipos y diseños para diversos fabricantes, entre los que sobresalen los desarrollados para Ferrari, cuyos modelos seguirán durante casi 20 años la línea marcada por Fioravanti.

Tras haber ocupado los cargos de director del Departamento de Investigación y director general, Fioravanti deja Pininfarina en 1987 para establecer con sus hijos su propia empresa en las afueras de Turín, Fioravanti Slr, en la que desde entonces alternará los proyectos de arquitectura con los de automoción y diseño industrial. De 1988 a 1991 trabajará además para el Grupo Fiat, inicialmente como director general de Ferrari, y después como director de los centros de diseño de Fiat y de Alfa Romeo, y a partir de aquella fecha seguirá trabajando desde su estudio tanto para estas marcas como para clientes como Mercedes-Benz, Toyota, Peugeot o Hyundai, además de desarrollar propuestas propias. A partir de 2012 será además consultor del Beijing Automotive Industry Holding Co, BAIC, uno de los más importantes grupos de la emergente industria del automóvil china.