¿Quieres dar el salto a una moto?

MOTOR ON

Tienes un escúter y quieres cambiar a una moto de marchas. Honda lo pone fácil con la NC750X, que se ha renovado con un aspecto más actual y luces LED. Con capacidad para un casco y el sistema DCT opcional, es perfecta tanto en ciudad como fuera de ella

10 jul 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Honda lanzó en el 2012 la serie NC700, que además de la Integra (un híbrido escúter/moto, aunque con mucho más de esta última) incluía dos motocicletas de configuración tradicional, la NC700S y la algo más campera (de estética) NC700X. Solo dos años después aumentó la cilindrada a 750 centímetros cúbicos (la potencia pasó de 47 a 54,8 caballos) y ahora ha renovado completamente estética y equipamiento. La NC750X (y su hermana asfáltica S) es más atractiva y completa y se presenta como el modelo perfecto para aquellos que están empezando o que quieren dar el salto desde un escúter a una moto de marchas.

Exteriormente destacan los nuevos carenados, las luces LED delanteras y trasera y el nuevo escape, más pequeño y agresivo. También se ha mejorado el equipo de frenos, con discos lobulados, y el parabrisas (fijo) es un poco más alto. La pantalla multifunción, totalmente digital, se puede configurar en diversos colores.

Los dos puntos fuertes de la NC750X son espacio para el casco y algo más en el falso depósito; y, por otro, la posibilidad de equipar el efectivo y probadísimo sistema DCT de Honda. Este cambio de doble embrague permite circular completamente en automático, solamente acelerar y frenar, o en manual, cambiando de marcha con unos pulsadores situados en la piña izquierda (también se puede instalar la palanca para el pie de toda la vida). Lo primero es perfecto para circular por ciudad y alrededores, y además tiene dos posiciones: la estándar (D) y la deportiva (S), que dota de más brío a la moto y se puede dosificar en tres niveles.

El DCT incorpora además detección de inclinación, que altera automáticamente el patrón de cambio según el grado de la pendiente. Esto significa que proporciona el máximo par motor para subidas pronunciadas y un buen control en los descensos.

La posición al manillar es cómoda, con las piernas un poco retrasadas, y el asiento amplio (tanto para el conductor como para el pasajero) aunque algo duro. El sonido del motor bicilíndrico es discreto, casi diésel, y la cifra de potencia garantiza que no vamos a tener sustos al enroscar el puño. Sin embargo, la moto sale bien, y en la posición S dejará clavadas a muchas motos de mayor cilindrada. Las NC no son tan ligeras como las Hondas de 500, pesan 220 kilos en orden de marcha, pero se maneja bien y no se siente pesada en curvas.