¡Ni la Costa da Morte puede con esta Berlingo!

Juan Torrón

MOTOR ON

José Manuel Casal

«Es fácil de conducir, tiene suficiente motor y he metido de todo en ella»: Javier Collazo es un de los miles de gallegos que utilizan a diario la Citroën Berlingo para su trabajo

29 may 2016 . Actualizado a las 05:10 h.

Las de A Costa da Morte son las carreteras por las que Javier Collazo pone a prueba a diario de este modelo. Este trabajador de la empresa Naval Noroeste usa el coche como una oficina con ruedas y está encantado de su vehículo:. «La verdad es que parece un turismo, con buenas suspensiones y un habitáculo muy acogedor, pero sobre todo una posición de conducción muy alta, lo que facilita mucho la vista de la carretera». Pero además de comodidad Javier también necesita espacio y no duda en resaltarlo. «Yo creo que su habitabilidad y su espacio no tienen fin. He metido de todo, no muy pesado, pero sí de mucho volumen y nunca quedó nada atrás...». Además, la Citroën Berlingo le ofrece a su empresa una buena capacidad de rotulación que le permite hacer publicidad por la zona de Malpica. Javier reconoce que muchas veces van a un barco varios compañeros y el plegado de asientos le permite una modularidad muy cómoda en el día a día. «Los fines de semana, la dejamos parada, aunque se podría disfrutar de ella con toda la familia sin problemas», explica.

Cuando Citroën decidió en el año 1996 sustituir al modelo C15, muy pocos apostaban por esta idea. Se trataba de sustituir a un icono del transporte que plagaba la imagen de las ciudades en zonas de reparto y carga. Así nació un vehículo que partía de cero, por primera vez en la historia del automóvil, ya que hasta la fecha siempre eran derivados de turismo.

Con esta idea, ingenieros y diseñadores lograron integrar el espacio de carga perfectamente en la línea del vehículo, añadiendo un equipamiento fuera de serie como el ABS, el aire acondicionado, los airbags e incluso motores de última generación, con bajos consumos y emisiones. Fabricado en el Centro de Producción de Vigo en exclusiva mundial, comparte numerosos elementos con el Peugeot Partner. En sus primeros años de vida simultaneó en el mercado con el exitoso C15, pero tras ver su aceptación, Citroën decidió dejarla caminar sola y durante seis años no recibió ningún retoque en su imagen.

Fue precisamente a los 6 años cuando llegó el multiplexado, heredado de los turismos y que permitiría funciones tan útiles como el cierre automático de puertas al ponerse en marcha, los limpiaparabrisas automáticos o las luces que se apagan con un retardo de un minuto para facilitar la salida del vehículo aparcado.

Pero el cambio importante llegó en el año 2008 con la incorporación de las suspensiones del C4 Picasso, del sistema de frenos ABS, cuatro airbags, e incluso del ESP. Además, ese año la Berlingo creció en 24 centímetros de largo, 12 centímetros de ancho mientras aumentó su distancia entre ejes. Esto le permitió cargar dos europalets, e incluso llevar objetos de hasta 3 metros de largo. Otro cambio importante fue la incorporación en la versión combi, de dos puertas laterales correderas que facilitaban el acceso a las plazas posteriores.

En el año 2012 aparecen nuevos colores sobre un calandra frontal actualizada al momento, a lo que también contribuyeron los faros de niebla que se encienden al girar, o las luces LED, cuya firma luminosa resultaba inédita hasta ese momento en este tipo de vehículos.

La evolución

Pero es en 2015 cuando nos encontramos un Berlingo con luces diurnas sobre un paragolpes más robusto, mientras en su interior llega la conectividad con la pantalla táctil de 7 pulgadas capaz de reunir las funciones más importantes como navegación, radio, y multimedia. Y otra novedad muy útil es el sistema de frenado de emergencia a baja velocidad, ideal para la seguridad en ciudad. Ya en motores, existen algunos ejemplares en cuanto a consumo y emisiones de CO2 a la atmósfera, con cifras de tan solo 4,2 litros cada 100 kilómetros o emisiones de tan solo 109 gramos de CO2. Hoy, la Berlingo cuenta también con una versión eléctrica cien por cien que le permite entrar en mercados prohibidos a otros.