Biopsia líquida, el gran avance contra el cáncer

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Álvaro Ballesteros

El Complejo Hospitalario de Santiago es referencia en Galicia y Asturias aplicando una técnica de biopsia líquida que permite elegir el tratamiento en pacientes con cáncer colorrectal metastásico. Ya han analizado muestras de más de 300 enfermos y este año se ampliará a otros dos tipos de tumor con metástasis: mama y pulmón.

22 ene 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Cada año se diagnostican más de 32.000 nuevos casos de cáncer colorrectal en España, el más frecuente en nuestro país. Las cifras sobre este tumor reflejan que más del 40 % están en estadio IV, metastásico, ya que un 25 % se diagnostican en esa fase y el resto son concurrencias de tumores inicialmente localizados. Una vez llegado a este punto, es fundamental determinar qué tratamiento es el más adecuado y si este está funcionando o no cumple su objetivo. Es ahí cuando surgen nuevas técnicas como la que desde hace menos de un año se lleva a cabo en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de la mano del laboratorio Merck.

La biopsia líquida presenta bastantes ventajas en relación a la de tejidos, que hasta ahora se utilizaba de forma mayoritaria. Una de las principales es evitar molestias al paciente, ya que se realiza mediante una simple extracción de sangre. Y otra es que el tejido seleccionado en la biopsia sólida puede no ser el más ilustrativo, porque un tumor es dinámico.

Lo que permite la biopsia líquida es mediante un análisis de sangre estudiar las células tumorales circulantes, que producen las metástasis, o el ADN tumoral circulante. Porque todas las personas llevan en su sangre ADN, y si padecen un tumor, también material genético del mismo. Con esta técnica del CHUS, que se centra en este ADN, se analiza y amplía todo este material con el objetivo de elegir el mejor tratamiento para el enfermo.

«Estudiamos dos genes -explica Laura Muinelo, responsable de la unidad de biopsia líquida del complejo hospitalario- NRAS y KRAS, porque los pacientes que presentan una mutación en los mismos, y esto nos puede plantear la elección de un tratamiento u otro», cuenta. En torno al 50 % de los pacientes con cáncer de colon en fase de metástasis tienen mutación en alguno de estos genes, por lo que de esta forma los especialistas pueden elegir qué tipo de tratamiento es más adecuado en casa caso.

¿Y cómo se hacía hasta ahora? Hace años ni siquiera podía determinarse cuál era la mejor opción, y desde hace un tiempo podía detectarse analizando el tejido «pero ahora sabemos que en la sangre es más preciso, y seleccionamos mejor a los pacientes», argumenta el jefe de Oncología del CHUS, Rafael López.

Saber con precisión qué tratamiento es el más adecuado para cada enfermo es básico en la evolución del cáncer, porque si se da el que no es correcto no solo se reduce la eficacia, sino que es perjudicial para el paciente.

El CHUS comenzó en torno al mes de mayo a realizar estas extracciones de sangre a los enfermos de cáncer de colon con metástasis de forma rutinaria, pero no solo lo hace con sus usuarios, sino con todos los de Galicia y Asturias. Ya se han analizado más de 300 muestras, pero el futuro pasa por incrementar el número. La comunidad gallega, además, ha estudiado tantos casos como el resto de centros sanitarios de España en los que se realiza esta técnica, doce en todo el Estado. ¿Por qué? «Primero porque los oncólogos gallegos creen más en estas técnicas y después porque la disposición geográfica, la rapidez y la calidad de los datos han sido buenos», explica Rafael López.

Galicia está siendo pionera en la aplicación de esta técnica de biopsia líquida y España lo fue a nivel internacional. Merck presentó este procedimiento a nivel mundial en el año 2015, y lo hizo en Barcelona. Y es que la biopsia líquida ya se está utilizando desde hace años en los hospitales, «pero ésta es la técnica más sensible que hay, es como el Ferrari de los automóviles», ejemplifica López.

Se trata de un análisis que utiliza el sistema llamado BEAMing -Beads, Emulsions, Amplification and Magnetics-, que con un mínimo extracto de ADN tumoral es capaz de detectar estos dos genes que son los que determinan muchas veces la mutación del cáncer.

Mama y pulmón

Hasta ahora se estaba realizando biopsia líquida a todos los pacientes que sufren metástasis en su cáncer colorrectal para elegir el tratamiento, y este año el Clínico se ha propuesto dos objetivos más, ampliar este sistema a pulmón y mama, también en situación de metástasis. En este caso con una nueva doble utilidad, ya que los especialistas no solo estudiarán qué tratamiento elegir sino si este ha dejado de ser efectivo, lo que ellos denominan «resistencias». No es un cambio baladí. Actualmente para ver si un tratamiento es efectivo se realiza un estudio radiológico, un TAC, pero para que se vea que el tumor ha vuelto a crecer se necesita un tiempo de en torno a un año, «con esta técnica lo detectamos mucho antes y podemos por lo tanto cambiar antes el tratamiento si no es efectivo», confirma el jefe de Oncología del CHUS.

Los científicos son optimistas. «Si tenemos presupuesto, en cinco años lo haremos de forma sistemática con los tres tumores, y además, el desarrollo de los fármacos va a ir acompañando a estas técnicas para optimizar los tratamientos», dice. Actualmente en el complejo hospitalario de Santiago hay tres personas con formación para utilizar esta tecnología. Porque no es sencilla. Lo explica Laura Muinelo, una de las que la manejan, «es realmente complicada, necesitas un desarrollo de dos días y medio, y con una concentración casi absoluta, es muy manual y nada sencillo». «Una contaminación y destrozas las muestras -apunta López-, estornudas al pipetear y la has fastidiado».

El hecho de que exista la biopsia líquida no quiere decir que vaya a desaparecer la de tejido, ni mucho menos. Son dos pruebas complementarias que se van a mantener. De hecho, la biopsia de tejido es la que se utiliza para hacer un diagnóstico, es decir, para confirmar la sospecha de un cáncer, mientras que en el caso de la líquida se centra en los enfermos ya diagnosticados y en concreto en fase de metástasis. Eso sí, es la alternativa a las llamadas de biopsias de repetición, las que se hacen para evaluar cómo ha avanzado o retrocedido el tumor. En estos casos los enfermos debían someterse a biopsias de tejido que no solo son peligrosas y caras, sino que, como explican Muinelo y López, son tremendamente molestas para el paciente. Actualmente, la tecnología líquida, aunque varía en función del número de veces que tenga que realizarse, ronda los 500 euros, mientras que el coste de la que implica la extracción de una pequeña muestra de tejido oscila entre los mil y los 30.000 euros.

¿En qué consiste?

¿Que es es una biopsia líquida? Un método para analizar el tumor con cualquier tipo de líquido o secreción humana. ¿Y por qué se hace con una extracción de sangre? Porque es el sistema más accesible y rápido. Por un lado las células tumorales circulantes (CTC), que son las que producen la metástasis, pasan por la sangre, es decir, se sueltan del tumor, recorren la sangre y van a otro lugar creciendo y produciendo la metástasis, «y el 90 % de las muertes se producen por esta metástasis, no por el tumor primario».

Por otro también se analiza el DNA en sangre, que es precisamente lo que estudia la tecnología que ha implantado el CHUS en los pacientes que sufren cáncer colorrectal.

Micromecenazgo

Que la biopsia líquida es el futuro en la investigación del cáncer quedó claro estos días, cuando los investigadores que forman parte del grupo de oncología médica traslacional del Instituto de Investigaciones Sanitarias de Santiago, el Oncomet, presentaron una campaña de micromecenazgo que han organizado para seguir avanzando en esta tecnología. Los científicos -el grupo cuenta en total con trece oncólogos y medio centenar de otros profesionales sanitarios- quieren conseguir ahora medio millón de euros en un plazo de tres meses para poder adquirir más equipamiento y material y contratar a más personal para seguir desarrollando estos proyectos. En una semana han conseguido ya más de diez mil euros.

Ahora para ver si un tratamiento es efectivo se necesita esperar en torno a un año; con esta técnica es más inmediato»

Una de las principales ventajas es evitar las molestias que provocan las biopsias de tejido de repetición»