La senda que lleva a la conciliación

Julia Torres

EXTRAVOZ OK

monica ferreiros

Es algo más que una palabra de moda. Conciliar es un objetivo de todos, y desde la Consellería de Política Social se cumple este compromiso a través del programa PAN-Concilia, que pretende ayudar a que trabajo y familia no sean objetivos incompatibles, sobre todo para las mujeres. Implicación empresarial y corresponsabilidad son términos sobre los que se apoya el futuro en este campo.

15 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El apoyo de la Administración es básico para avanzar en la senda hacia la conciliación, una meta imprescindible para las sociedades modernas. Permisos parentales, flexibilidad en el trabajo, servicios de atención a menores y personas dependientes, son algunos de los mecanismos promovidos por la Xunta de Galicia en esta línea, diseñados «de maneira que non reforcen ou perpetúen a posición desigual das mulleres no mercado de traballo, tendo en conta aspectos como a distinta composición dos núcleos familiares ou os cambios producidos no ámbito laboral e a inseguridade nas relacións laborais».

Bajo la premisa de la igualdad entre hombres y mujeres y dando por hecho que el cuidado de los menores y las personas dependientes «é tanto un dereito como unha responsabilidade colectiva de toda a sociedade e mais dos poderes públicos», la Administración autonómica, en concreto la Consellería de Política Social, apuesta por el Programa de Apoio á Natalidade (PAN) como una de sus líneas estratégicas de actuación. El objetivo de este programa es crear un ambiente social favorable en el que no entren en conflicto las responsabilidades parentales de cuidado con el acceso y la permanencia en el mercado laboral. Hacia esa meta se avanza por dos caminos: el que pone a disposición de las familias recursos para compatibilizar el trabajo y el cuidado de los hijos y el que fomenta la corresponsabilidad en el hogar y la implicación empresarial.

A nivel europeo, la cumbre de Barcelona fijó que los estados miembros deberían proporcionar servicios de atención y cuidado a la infancia para cubrir al menos un 33% de la población infantil menor de tres años. La disponibilidad de recursos como las plazas de guardería constituye, además, según fuentes de la Administración, «un elemento fundamental das políticas activas de inclusión, dado que actúa como salvagarda fronte a exclusión social e prevé a pobreza infantil».

Trabajar en la consolidación, mejora y ampliación de estos recursos es el objetivo prioritario de la consellería, que prevé para este año la puesta en marcha de nuevas medidas que permitirán avanzar en el objetivo de «conseguir que Galicia sexa un lugar mellor para vivir, formar unha familia e ter fillos/as».

Sin lista de espera

Incrementar las plazas en las escuelas infantiles, la creación de los puntos de atención a la infancia, la puesta en marcha de escuelas infantiles en polígonos industriales y parques empresariales , las casas nido en el rural y el servicio de atención en el hogar infantil son algunas de las líneas de actuación que están previstas a corto plazo, aunque el objetivo a medio plazo es más ambicoso: «conseguir que todas as familias solicitantes dunha praza para a atención de nenos e nenas entre cero e tres anos a obteñan e que non exista lista de agarda».

Para el curso que viene Galicia contará con 22.193 plazas sostenidas con fondos públicos, lo que supone un incremento de más de ocho puntos en comparación con la situación actual, lo que supone un total de 1748 nuevas plazas.

Las casas nido

Entre los proyectos previstos destaca el de las casas nido, un nuevo servicio de conciliación pensado para dotar a los núcleos rurales de Galicia de recursos de atención continuada a la infancia de hasta tres años de edad. En principio se pondrán en marcha, de forma experimental, treinta casas nido, que supondrán un total de 150 plazas salpicadas por diferentes puntos de la geografía gallega. Este nuevo sistema contribuirá también, según fuentes de la Administración, a favorecer el acceso al mercado laboral de las mujeres y a su permanencia en el territorio, «e, polo tanto, contribuirá tanto a promocionar a igualdade entre homes e mulleres como a frear o declive demográfico».

Atraer y retener a la población joven en el rural gallego es la consecuencia que se pretende con esta estrategia que primará las fórmulas de autoempleo y de economía social, que pueden ayudar especialmente a territorios afectados por el declive demográfico, «como as áreas rurais de Galicia, nomeadamente do interior, onde a fixación de poboación se presenta como unha cuestión prioritaria e as oportunidades laborais nun piar de desenvolvemento».