«A proposta de volver a Greenwich é racional»

EXTRA VOZ

El ecologista Litro Prado escribió la ponencia que el BNG trasladó al congreso en el 2006 para que Galicia regrese al horario que, por posición geográfica, le corresponde

18 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es uno de los lugares donde más tarde amanece y donde más tarde se pone el Sol. La explicación de porqué asumimos un huso horario que para muchos no nos corresponde no es nada lógica, sino fruto de un «capricho», el de un dictador, como recuerda Lito Prado, integrante de la asociación ourensana A Factoría Verde. Cita a Australia o Estados Unidos, dos de los países más extensos del Planeta y con varias zonas horarias cada uno, para poner dos ejemplos de cómo es posible coordinarse dentro de un mismo estado respetando los ritmos solares de cada uno de sus territorios. «A proposta de vover a Greenwich é racional, cero política», subraya. «Non se trata de que España se pareza máis a Portugal. Son cuestións ambientais, económicas e tamén de saúde as que hai que te en conta. Que as doce do noso reloxo coincidan coas doce do día», apunta Lito, ahora militante de Anova. 

El BNG ha vuelto a proponer el cambio de hora este mismo año, pero ha obtenido el mismo éxito que hace casi diez, cuando él participó en la redacción. Hay un dato que aporta como indicativo. Si el IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, calcula que con el retraso de 60 minutos en la madrugada del próximo domingo se recortará un 5% el consumo eléctrico, en Galicia este ahorro se reduce al 1%. Apenas se nota porque buena parte de la comunidad está, por encima, en el lado más occidental de la península. No es solo que no nos guiemos por  el huso horario de Londres, sino que nos encontramos en el GMT-1. Dos horas por debajo de las que nos marcan ahora las agujas. «Isto non foi toda a vida así. Fixémonos  nos maiores da casa. Sempre queren comer entre a una e a unha media. ¡Son para eles as doce do mediodía de antes!», exclama. 

¿Una hora diferente para Galicia y otra, la del Meridiano Cero, para el resto del país? No lo descarta. Sobre si sería devastador para sectores como el comercio o el ocio parecernos más a Londres, que en invierno anochezca pasadas las cuatro de la tarde, matiza. «O problema non é ese senón as longas xornadas laborais que levamos. España é o único sitio do mundo onde paramos dúas horas para xantar». Luego, continúa, todo se retrasa. «Canto máis viaxo ?concluye Lito? máis me convenzo do beneficioso que sería regresar á nosa hora».