Los aeropuertos gallegos despegan

Fernando Molezún, Elisa Álvarez, Alejandro Martínez

EXTRA VOZ

M.MORALEJO

Peinador, Lavacolla y Alvedro se reinventan con más destinos a los que volar este verano y nuevos proyectos para consolidar su futuro

31 may 2015 . Actualizado a las 18:31 h.

El aeropuerto coruñés de Alvedro vive un momento crucial ante el inminente fin de las esperadas obras de ampliación de la pista. A finales de junio, si el tiempo lo permite, se abrirá definitivamente la nueva pista con esos 400 metros más que abrirán el aeródromo a un tráfico sin límites. «Supone el fin de las restricciones por razones de peso que hasta el momento arrastrábamos, con lo que el aeropuerto se convertirá en una infraestructura que no pondrá límites a ningún interés de cualquier compañía que quiera operar desde aquí», destaca el director de Alvedro, Jesús Campo.

La consecución de estas obras se conseguirá, además, con el mérito de no haber cerrado el aeropuerto al tráfico aéreo ni un solo día: «Eso ha complicado sustancialmente las actuaciones, pero es un reto que nos propusimos y hemos sacado adelante con esfuerzo y coordinación», asegura el director, que anuncia también otras mejoras para el aeropuerto -como la construcción de una sala VIP en la zona de embarque, la ampliación de la zona de filtros de seguridad o el cambio de los hipódromos de equipajes para conseguir una mayor eficiencia y menor consumo, entre otras- que se ejecutarán en los próximos meses.

La ampliación de la pista estará, por lo tanto, lista para la campaña de verano, que trae al aeródromo coruñés algunas novedades destacables, como el vuelo chárter que conectará A Coruña con Palma de Mallorca los meses de julio y agosto. Air Europa es la compañía que operará esta ruta que funcionará los días 18 y 25 de julio, además del 1, 8, 15, 22 y 29 de agosto, aunque la aerolínea ampliará frecuencias dependiendo de la demanda; con salidas de Alvedro a las 16.05 horas y llegadas a Mallorca a las 17.50. Los regresos serán 20 minutos después, y el precio de los billetes será en principio de 87 euros.

Con esta novedad, se amplía hasta diez ciudades la oferta de destinos de Alvedro para este verano, incluyendo Madrid, Bilbao, Barcelona, Londres, Sevilla, París, Tenerife, Gran Canaria y Lisboa. Y a esto hay que sumarle la tercera frecuencia a Barcelona, que volverá en estos meses de verano, y la futura conexión con Valencia, que comenzará a operar en el mes de octubre con Iberia. 

En Santiago

Lavacolla sigue la senda de recuperación que inició en el 2014. En el primer trimestre de este año pasaron por el aeropuerto compostelano más de 400.000 pasajeros. La cifra supone casi un 8 % más que en el mismo período del año anterior. El dato confirma la escalada del aeródromo de la capital de Galicia en viajeros y en operaciones, eso sí, tras tocar fondo en los peores años de la crisis. Para la temporada de verano, las previsiones son buenas. Al menos en lo que a incremento de oferta. Las aerolíneas ofrecen en el aeropuerto de Santiago 1.908.000 plazas, 131.500 más que en la pasada temporada estival. Reforzará rutas domésticas con nuevas frecuencias como el enlace de Vueling a Bilbao o el de Air Europa a Almería, y extiende su oferta internacional con los destinos alemanes de Berlín, Múnich o Dusseldorf. Santiago dispondrá por lo tanto de 16 rutas exteriores, ya que a estas tres nuevas se unen las existentes con Londres, Ginebra, Basilea, Roma, Fráncfort, Bruselas, París, Milán-Bérgamo, Estambul, Ámsterdam, Dublín, Madeira y Zúrich. Eso sí, por más que en estos últimos años crecen los pasajeros y los trabajadores disfrutan de una terminal más amplia y con mayor capacidad, los empleados siguen añorando el viejo aeropuerto, más cercano y familiar.

Inversión en peinador

El aeropuerto de Peinador afronta siempre en verano su etapa de mayor actividad. Los viajes de negocios son el principal motivo por el que se utiliza en invierno. Con la llegada de los meses estivales cambia el perfil de los usuarios y la oferta de rutas se amplía. Esta temporada, además de los destinos habituales de Madrid, Barcelona, Bilbao o París, los viajeros también podrán utilizar el aeropuerto de Vigo para llegar o venir desde Palma de Mallorca, Ibiza, Málaga, Sevilla, Gran Canaria, Tenerife y Londres. Son 12 rutas con las que el aeropuerto espera recibir hasta el mes de septiembre a más de 280.000 personas. Y este año lo harán en un aeropuerto más seguro en el que se ha invertido más de un millón de euros en adaptarse a la normativa europea, que ha incrementado el nivel de exigencia a la que debe responder la operadora Aena. La novedad este año es la entrada en funcionamiento de un nuevo sistema antiniebla, cuyas obras tantos quebraderos de cabeza dieron  este mes de mayo, cuando que hubo que desviar 54 vuelos al aeropuerto de Lavacolla al no estar disponible esta herramienta fundamental. Pero en verano todo estará a punto en la principal puerta de entrada por aire de las Rías Baixas.

SANDRA ALONSO

 DIEGO Y HUGO (plastifican las maletas en Lavacolla)

«OS EMIGRANTES SOEN LEVAR MOITA COMIDA, E OS DE VENEZUELA XA LEVAN PRODUTOS DE PRIMEIRA NECESIDADE»

Diego lleva tres años trabajando en Lavacolla y Hugo cinco. Les gusta el movimiento, por eso llevan mal las épocas en las que no hay trabajo «e hai pouco voo internacional, polo que a xente non empaqueta». Suelen hacerlo los marineros, los peregrinos con sus mochilas y sobre todo los emigrantes que vienen de América, «soen levar moita comida. Os de Venezuela agora xa produtos de primeira necesidade, cousas que precisan alí», dicen. Lo mejor del trabajo son los horarios, muy marcados, «cando hai máis movemento é a primeira hora. O negocio son os grandes voos que fan conexión», explican los dos jóvenes».

MARCOS MÍGUEZ

MARTA VEGA (Coordinadora aeroportuaria en Alvedro)

«TODO LO QUE OCURRE EN EL AEROPUERTO PASA POR AQUÍ»

La sala de coordinación es el centro neurálgico desde el que se organiza la vida de un aeropuerto. El cerebro que recibe la información de los vuelos, las alertas y las incidencias y que da los correspondientes avisos a quien corresponda. «Alvedro no es un aeropuerto grande con muchos movimientos. Pero, precisamente por su tamaño, toca hacer de todo», asegura Marta Vega, que lleva doce años trabajando en coordinación aeroportuaria. En este tiempo ha tenido que enfrentarse a innumerables retos: «Es que aquí todo te afecta. Si el primer vuelo de la mañana va con retraso ya va a afectar al resto de vuelos del día... Así que lo mejor es que todo vaya en hora». Muchas veces ha tenido que alargar su jornada laboral por la llegada de un órgano para un trasplante: «Eso no puede esperar» asegura.

MARCOS MÍGUEZ

SORAYA MORGADE (Técnica de mantenimiento en Alvedro)

«SOMOS XENTE DE ACCIÓN, RÁPIDOS Y EFICACES».

No es muy habitual ver a una mujer encargándose de las labores de mantenimiento de un aeropuerto, excepto en el de Alvedro, donde abundan: «A nosa central eléctrica é a que máis mulleres ten de toda a red de AENA», dice orgullosa Soraya Morgade, cuya perenne sonrisa la ha hecho célebre en todos los rincones del aeródromo. Soraya presume de la eficacia del equipo de mantenimiento: «Somos xente de acción, rápidos e eficaces. O pasaxeiro non ten por qué enterarse de que temos un problema»

SANDRA ALONSO

ISABEL MAGDALENA Y DANIEL BOTANA (Cafetería de Lavacolla)

Isabel lleva dieciséis años como cocinera en el restaurante del aeropuerto compostelano. Al igual que el resto de sus compañeros echa de menos las viejas instalaciones. «O outro era moito máis familiar, a cantina estaba ao lado da cafetería e coñecías a todos, tiñamos alí á policía, á garda civil, á xente dos outros comercios, a todos». Incluso dice que, al menos en la cafetería, las instalaciones eran más grandes que las de ahora. El cliente de este establecimiento de hostelería no es como el de otros locales de la ciudad. «Hai uns días falabamos mesmo de que aquí reclaman por cousas polas que non o farían noutro, por exemplo, un home porque rompeu un traxe e houbo que pagarllo». Daniel, barista, lleva cinco años trabajando, en los que incluso ganó un premio al mejor barista de España.

SANDRA ALONSO

YOLANDA LEIS Y NOELIA MUIÑOS (Librería de Lavacolla)

Son la alegría personificada. Llevan ocho años trabajando en la librería de Lavacolla, primero en la vieja terminal y desde hace casi tres años en la nueva «pero gustábanos máis a vella, era máis familiar, agora xa case no nos vemos. Alí tamén había máis traballo. Eramos unha piña e podíaslle dicir a calquera que che quedase un minutiño para ir ao servizo. Agora pedímosllo ao do cupón», explican. 

Por este establecimiento entran muchos de los pasajeros que van a coger un vuelo en Lavacolla. Los hay más y menos amables, y también se asoma algún famosete de vez en cuando, «Sergio Dalma pareceume moi sencillo e dos máis agradables, e Miguel Bosé tamén, comproume moito, libros», explican las dos trabajadoras. Entre los menos simpáticos Marta Sánchez, «algo estirada», y Pedro Almodóvar «deulle un corte a un home que lle pediu unha foto educadamente». Están encantadas con los horarios de trabajo y no tienen ningún problema con los idiomas «é que os estranxeiros sempre preguntan o mesmo, se hai sellos ou cigarrillos», dicen riendo.