De A Coruña a Vigo por la vía más rápida

Rodri García, E.V.Pita

EXTRA VOZ

PACO RODRÍGUEZ

Más de seis mil personas inauguraron la línea de alta velocidad entre Vigo y A Coruña la semana pasada. El nuevo tren ha animado a muchos a dejar el coche en casa

26 abr 2015 . Actualizado a las 10:53 h.

Estación de tren de San Cristóbal de A Coruña. Por megafonía anuncian la salida inmediata del tren de alta velocidad con destino a Urzaiz-Vigo, mientras entra un convoy procedente precisamente de dicha estación. Es miércoles, faltan unos minutos para las seis de la tarde y de los cinco trenes que ocupan las vías solo uno es diesel. El resto son eléctricos. «Ahora casi va demasiado rápido», bromea un pasajero que se dirige a Santiago y es usuario habitual. Con la alta velocidad o sin ella, hay viajeros que lo tienen clarísimo: «El tren ya era, desde mi punto de vista, el mejor medio para desplazarme, teniendo en cuenta que es más cómodo que el autobús y más barato que el coche, aunque no tan rápido como este último». Esto sostiene Antonio Rodríguez Vázquez y explica: «Soy de Vigo, vivo en La Coruña y me muevo en tren entre ambas ciudades los fines de semana». Para este profesor de enseñanza primaria «con la mejoría en el eje atlántico se soluciona el problema de la lentitud convirtiéndose así en el transporte más competitivo superando incluso los tiempos del viaje por autopista».

Mientras comenta esto, arranca el tren con destino a Vigo desde la estación coruñesa que hace unos días, el 14 de abril, cumplió 80 años, y está a la espera de ser transformada en  intermodal.

Antonio Rodríguez ya estrenó la alta velocidad el pasado fin de semana y «la experiencia en el nuevo tren ha sido satisfactoria». En este sentido enumera las que considera cuestiones básicas para el viajero: «Han cumplido los tiempos establecidos. Además, el precio se ha mantenido con respecto a los anteriores trenes. Está claro que no te regalan el billete, pero al menos tampoco lo suben de precio con la excusa de la mejoría». En su opinión,«el eje atlántico abre nuevas oportunidades de movilidad acercando las principales poblaciones de Galicia de forma que, por ejemplo, una persona podría desplazarse diariamente de Vigo a La Coruña, o viceversa, para trabajar». Y concluye: «Creo que ha sido un acierto la inversión en esta infraestructura que acerca el norte y el sur de Galicia abriendo grandes posibilidades a las personas que se mueven entre las ciudades del eje atlántico». 

Todos los días

Luis Alberto Martínez es un PAS de la Universidad de Santiago que, desde hace 13 años, viaja todos los días en tren de Vigo a su trabajo en la capital gallega. Toma el tren Avant S-121 de las 6.45 horas, una hora después llega a Santiago, come allí al salir y llega a la nueva estación de Urzaiz-Vigo a las 16.20 horas. La ruta, a veces, acumula retrasos. Decidió ser población flotante por motivos familiares, ya que su esposa e hijos residen en Vigo. «Hay gente que no puede mantener dos casas, una en cada ciudad, y vive en el tren», comenta un empleado de Renfe.

Este tipo de usuarios habituales se benefician de un bono mensual de 40 viajes que cuesta entorno a 240 euros a Santiago y 360 a Coruña. 

Luis Alberto cuenta que, como él, conoce a 15 o 20 personas que hacen la ruta Vigo a Santiago en tren a diario, entre ellos un profesor de un instituto compostelano y un bombero que trabaja en A Coruña. «Los conoces de vista y los saludas pero hablo poco porque aprovecho para dormir en el vagón de la mañana», dice.

Los nuevos trenes rápidos son cómodos pero ve problemas de logística. La creación de una segunda estación en Vigo ha descolocado a los viajeros. Hay un grupo de gente que va en coche hasta la estación y se ha encontrado con que Vigo tiene ahora dos estaciones, la provisional de Guixar, en el puerto, y la nueva de Urzaiz, en el centro. ¿Donde aparcan el coche? Deben elegir los horarios de tren de la terminal donde tengan su vehículo «por lo que el tren rápido no les compensa porque, con los nuevos horarios, deben salir más tarde de Santiago y, al final, eso les supone un retraso. Últimamente, no los veo, creo que salen antes. Que haya dos estaciones es un absurdo para los pasajeros de Vigo que van y vienen a diario. Nadie se ha puesto en la piel del viajero», dice Luis Alberto.

Ve la estación de Urzaiz con una sala de espera más pequeña que la que antigua, se queja de que el párking es de pago y de que carece de plazas para motos o bicis. «El tren de la mañana llega en una hora a Santiago, antes tardaba 80 minutos, pero el acceso al andén era más sencillo. Ahora hay que pasar un control de equipaje y otro de tiques, y en ventanilla se forman colas inmensas los domingos por la tarde por los estudiantes. Antes llegabas en la moto a la estación y ya subías al tren, ahora tardas cinco minutos en entrar», comenta. Hay más quejas por los cambios de horario. Los estudiantes que van a diario de Santiago a A Coruña solo tienen un tren entre las 12.35 y las 14.02, que además, es lento. Antes llegaban a casa a las 14.15 horas, justo para comer, y ahora a las 14.38 si no hay retraso. «Tenemos hambre», protestó un viajero que se apeó en San Cristóbal a las 14.45 horas y que no veía la hora de sentarse a la mesa.