El Gobierno inicia los trámites para exhumar a Franco antes de fin de año

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

SERGIO PEREZ | reuters

Advierte a la familia que no se dejará amedrentar y les da quince días para recurrir

01 sep 2018 . Actualizado a las 08:58 h.

Será unos meses más tarde de lo previsto en un primer momento, pero el Gobierno socialista continúa firme en su intención de retirar los restos de Franco del Valle de los Caídos antes de que concluya el año. La ministra portavoz, Isabel Celaá, no se atrevió a concretar ninguna fecha, aunque mostró su confianza en poder comer el turrón con la exhumación del dictador completada. «Para Navidades», apuntó.

Celaá compareció ayer en la rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros del que se ausentó Pedro Sánchez, de viaje oficial en Latinoamérica, para fortalecer el mensaje enviado por el presidente del Gobierno unas horas antes en el que garantizó que su Ejecutivo no se dejará amedrentar ante las amenazas de la familia Franco. «Las amenazas no van a cambiar nada, no puede haber ningún mausoleo para un dictador en un sistema democrático», denunció la ministra. En los últimos días llegó a Moncloa un burofax con una querella interpuesta por la Fundación Francisco Franco advirtiendo al Ejecutivo sobre la posibilidad de estar prevaricando con su recurso a un decreto ley, al recoger la constitución que esta herramienta solo procede cuando las medidas que impulse el Gobierno revistan urgencia. El documento está firmado por uno de los siete nietos del dictador, que a su vez es uno de los directivos de esta institución franquista.

Quince días para reclamaciones

Tal y como avanzó la pasada semana la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, el Consejo de Ministros aprobó ayer un acuerdo de incoación del expediente, segundo de los requisitos administrativos, con el que se traslada una notificación a las partes implicadas en el proceso. Una vez estas se consideren notificadas, se abre un plazo de 15 días en el que los familiares del dictador pueden presentar alegaciones, hacerse cargo de los restos o proponer un nuevo emplazamiento para su descanso.

La ministra portavoz volvió a cerrar filas con el presidente del Gobierno respecto a su nueva idea de transformar el Valle de los Caídos en un cementerio civil con la que sorprendió Sánchez esta semana desde Bolivia, ya que hasta ahora siempre habían defendido su reconversión en un museo de la memoria. Celaá garantizó que este cambio es compartido por todos los integrantes del Gabinete. Asimismo, aprovechó para invitar al resto de formaciones políticas con representación parlamentaria a que se involucren en el asunto mediante la incorporación de enmiendas sobre el proyecto de ley en el que generará el decreto aprobado por el Gobierno una vez sea convalidado por la Cámara, dando pie a la apertura de «un debate» sobre el futuro del Valle. 

En principio, ni el Partido Popular ni Ciudadanos participarán en esta iniciativa y son partidarias de abstenerse, por lo que el Gobierno volverá a necesitar el apoyo del resto de fuerzas de la Cámara, algo para lo que no debería encontrar mucha resistencia, ya que todas han avanzado su predisposición a hacerlo.

Podemos pone ahora el foco en Moscardó y Milans del Bosch

 

La exhumación de Franco del Valle de los Caídos solo es el primer paso. Se trata de la acción «más urgente», tal y como justifica el Gobierno en la redacción del decreto-ley con el que modifican un artículo de la Ley de Memoria Histórica. Pero el gran proyecto al que se comprometió Pedro Sánchez desde su conquista de la Moncloa va mucho más allá, y pretende la total reconversión del espacio para que deje de ser un lugar de culto para ultraderechistas y románticos del franquismo. En un primer momento apostaban por transformarlo en un museo de la memoria, pero una vez comprobadas las dificultades con las que se está encontrando en los comienzos, finalmente se conformará con que el Valle pase a ser un cementerio civil. 

Podemos está a favor de obra, pero no comparte ni los tiempos ni tampoco las formas. Quiere más y más rápido. Ya en un primer momento, Pablo Echenique, secretario de Organización y la cara más visible del partido morado desde la ausencia de Iglesias y Montero por cuestiones personales, mostró cierto enfado por ese cambio de idea sobre el nuevo proyecto de Sánchez para el Valle.

Ayer la presión desde la izquierda llegó a través del grupo parlamentario de Podemos en Castilla-La Mancha, que anunció que el lunes registrará una proposición no de ley para instar al Ejecutivo socialista a que proceda a retirar cuanto antes los restos de los dos militares franquistas José Moscardó y Jaime Milans del Bosch, que desde hace años reposan en el Alcázar de Toledo, que acoge el Museo del Ejército y la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

«Un deber inaplazable»

El primero de ellos fue un distinguido teniente general del alzamiento militar de 1936, famoso por comandar la defensa del Alcázar ante los republicanos, uno de los episodios bélicos más ensalzados por el bando nacional. Milans del Bosch fue uno de los voluntarios de la División Azul que combatió el comunismo durante la II Guerra Mundial y que pasaría a la historia por ser uno de los cabecillas del golpe de estado fallido del 23 de febrero de 1981 que pretendía poner fin a la todavía incipiente democracia española.

José García Molina, secretario general de Podemos en la región manchega, consideró «una vergüenza democrática» que «estos traidores, declarados enemigos de la democracia y de las libertades, puedan ser objeto de culto y exaltación». García Molina recordó que ha transcurrido más de una década desde que el Gobierno de Zapatero aprobó la ley de memoria histórica, lamentando que muchos de sus aspectos continúan «sin cumplirse y sin materializarse». Y a pesar de que mostró su preocupación por la existencia de partidos que no entiendan este aspecto como algo primordial, para ellos es «un deber inaplazable».