Acomplejados ante Podemos, según diputados socialistas

R. C. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

OSCAR DEL POZO | afp

Pablo Iglesias valora el giro del PSOE, pero dice que aún tiene mucho que demostrar

23 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los propios diputados sanchistas tenían ayer cierta dificultad para explicar dónde se sitúan exactamente en la polémica en relación al CETA. Los no afines al líder del partido, la mayoría, insistían en que no se es menos de izquierdas por creer que, sin ser el mejor de los posibles, el acuerdo con Canadá es un buen acuerdo; algo que también defendió el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. Muchos sienten que se está adoptando una posición «acomplejada» frente a Podemos. Eso sí, aseguran que, estén o no de acuerdo, acataran la decisión de la nueva dirección.

El líder de Podemos dio la «bienvenida al campo de la democracia» al PSOE por su cambio de posición. Pero fue un saludo plagado de escepticismo y de sospecha de que se debe más a un cambio táctico que a una convicción. Pablo Iglesias señaló que los socialistas «todavía tienen mucho que demostrar» para ser considerados una fuerza de izquierda, aunque consideró que es «una buena noticia» que vayan despegándose del PP y de Ciudadanos.

El portavoz de Unidos Podemos para Asuntos Exteriores, Pablo Bustinduy, abundó en la misma línea de que el PSOE tendrá que «demostrar con hechos» que no está de acuerdo con el tratado comercial con Canadá y que está del lado quienes quieren «un país más justo y democrático». Bustinduy reclamó al partido de Pedro Sánchez que demuestre su compromiso más allá de las palabras y se sume a Podemos en la petición al Consejo General del Poder Judicial para que se pronuncie sobre la legalidad del acuerdo de la Unión Europea con el país norteamericano.

El coordinador de IU, Alberto Garzón, fue el más duro con el PSOE y tachó de «guiño táctico» su cambio de postura dentro de su nueva estrategia de buscar el acercamiento a Unidos Podemos, pero dudó de la sinceridad de Sánchez, aunque le dio «el beneficio de la duda». Garzón señaló que la prueba del algodón para demostrar el compromiso con el rechazo al tratado sería votar en contra. La abstención que defienden los socialistas es «no mojarse» y «no es tiempo» para las posturas ambiguas.