La independencia es una ficción inviable

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño A CONTRACORRIENTE

ESPAÑA

01 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que asombra de los independentistas catalanes no es su capacidad para mentir y reinventar la historia, que es mucha, sino el aplomo con el que niegan la evidencia. La realidad solo es para ellos una cosa molesta. Todos los líderes de la Unión Europea les han dejado clarísimo que no hay ninguna posibilidad de que sigan dentro del club si declaran la independencia y se separan de España. Y como son conscientes de que ese es un obstáculo absolutamente insalvable, simplemente lo ignoran, engañan a los catalanes e insisten en que serán un socio más. Pero la realidad es la que es. Una Cataluña independiente estaría fuera de la Unión Europea. Y eso supondría un cataclismo para su economía, que no podría acceder al mercado único ni a la financiación comunitaria, además de una ruina para sus empresas, sus trabajadores, sus agricultores y sus estudiantes que iría acompañada del aislamiento internacional. Vemos estos días el impacto brutal, casi inasumible en términos económicos, sociales y políticos, que tendrá la salida de la Unión Europea para una formidable potencia internacional como Gran Bretaña, que cuenta además con el paraguas de ser socio privilegiado de Estados Unidos. Cataluña a su lado es un pigmeo económico y no digamos ya diplomático, por lo que no es difícil imaginar qué futuro le aguardaría fuera de la UE si se tiene en cuenta que, incluso dentro de España, está al borde del crac. Baste recordar que en los últimos años el Estado español le ha prestado a Cataluña más de 60.000 millones de euros para pagar sus facturas y sus nóminas a través de los mecanismos de liquidez, a los que lógicamente ya no podría acudir. En esos términos, y no solo en ellos, la independencia de Cataluña es una pura ficción.