Esta pequeña aeronave no tripulada es capaz, según los especialistas, de realizar grabaciones de «muy alta calidad»
22 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, reprochaba el pasado martes a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el haberla acusado, sin pruebas, de posibles delitos de prevaricación y cohecho. Casi a la misma hora, el departamento de asuntos económicos del instituto armado aprobaba la compra «de sistemas discretos de grabación de audio» para reforzar una de las herramientas más completas de espionaje de la UCO, el Egobox, una red de aparatos capaces de registrar conversaciones a grandes distancias y con gran autonomía.
La empresa Fortier Europe va a facilitar a la Guardia Civil, por un importe de 50.906 euros, la «ampliación» de los sistemas de Egobox. Esta tecnología, explican fuentes del cuerpo, ya tuvo que ser empleada durante la investigación del caso Lezo después de que Ignacio González y su entorno recibieran el chivatazo de que estaban siendo investigados y de que sus teléfonos estaban pinchados. Para poder continuar con las escuchas al expresidente de Madrid, la UCO tuvo que acceder, previa orden judicial, a su despacho profesional y colocar allí micrófonos de última generación del sistema ahora reforzado.
No es la última adquisición reciente de espionaje para la UCO. El mes pasado, la Guardia Civil compró por 67.245 euros un minidrón táctico de última generación de la empresa Paukner, puntera en estas tecnologías. Esta pequeña aeronave no tripulada es capaz, según los especialistas, de realizar grabaciones de «muy alta calidad» a gran distancia.