Iglesias busca en la calle los apoyos que no consigue en el Parlamento

Nuria Vega MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Atlas TV

Reconoce que la moción de censura, abocada al fracaso, entraña «enormes riesgos»

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Intentar ganar en la calle lo que se da por perdido en el Congreso. Era el objetivo fundamental de la movilización convocada por Podemos, que consiguió concentrar ayer a varios miles de personas en la madrileña Puerta del Sol contra el Gobierno de Mariano Rajoy. La aritmética parlamentaria y la ausencia de complicidades en la Cámara baja han abocado al fracaso la moción de censura que el partido de Pablo Iglesias registró el viernes. «Sabemos que no va a prosperar, que no voy a ser presidente del Gobierno después de la moción y que presentarla implica enormes riesgos, pero tenemos que afrontar nuestra responsabilidad», anticipó horas antes del encuentro el líder de la formación.

Iglesias aspira a convertir su principal riesgo en su fortaleza. Como candidato alternativo a Mariano Rajoy, el secretario general de Podemos ha decidido someter su programa político al Congreso pese a tener la certeza de que el hemiciclo le denegará la confianza para gobernar. El examen está suspendido de antemano. Pero confía en que su casi total soledad, lejos de desgastar su figura, le sirva para erigirse en representante de la oposición y arrebatar ese papel político a su adversario, el PSOE. La estrategia fue avalada ayer por el consejo ciudadanos de Podemos, donde se reprochó a los socialistas que no se hayan sumado a la iniciativa. «La gestora tiene muy complicado explicar a sus votantes por qué no van a apoyar la moción», apuntó el secretario de organización, Pablo Echenique.

Es más, en el partido aspiran no solo a asumir el rol que correspondería a la segunda fuerza en el Parlamento, sino a ganar terreno en el electorado de la izquierda. Podemos está convencido de poder aunar de manera progresiva con su propuesta no solo a sus votantes, sino a aquellos del PSOE partidarios de descabalgar a Rajoy de la Moncloa. «Aunque no la apoyen la gestora de Javier Fernández ni los tres candidatos a la secretaría general -subrayó Echenique-, estamos seguros de que hay votantes del PSOE que apoyan la moción y no están cerca del PP». Apeló incluso a la militancia socialista, llamada hoy a elegir a su próximo secretario general.

«Mejor que su Parlamento»

La convocatoria en vísperas de las primarias ya fue toda una declaración de intenciones. Pero el primer obstáculo a superar para Podemos es la movilización de sus propias bases. En la consulta interna del pasado lunes, el 82 % se abstuvieron de responder a la pregunta: «¿Quieres que impulsemos una moción de censura del PP?». Solo el 17,99 % participaron, aunque el 97 % secundaron la propuesta.

Con el retorno a la Puerta del Sol se pretendía una demostración de fuerza donde Podemos quiere situar su campo de acción, en la calle. Con ese propósito, el partido fletó 52 autobuses desde toda España bajo el lema «Hay que echarlos». «¡Este país es mejor que su Parlamento!», proclamó Iglesias en el tono propio de los mítines y con constantes alusiones a la corrupción que sacude las estructuras del PP.

A la cita le confirió carácter histórico, pese que el número de asistentes no pareció alcanzar el de manifestaciones anteriores. Y la moción la presentó como un «paso de dignidad y valentía» frente a un partido, el PP, que no dudó en calificar de «mafioso» y al que acusó de abusar del «miedo» y de «intimidar» a formaciones como el PSOE. «PP ilegal» o «no hay Tramabús para tanto chorizo», corearon en la plaza al repasar los casos Púnica, Gürtel o Lezo.

La corrupción es el argumento fuerza para presionar al PSOE. Porque los de Iglesias han transformado la abstención de los socialistas en la investidura de Rajoy en el sostén de un Ejecutivo con «un presidente que es testigo en la Audiencia Nacional para vergüenza internacional». En realidad, se trata de ir preparando el terreno para las elecciones generales de 2020 y para los posibles pactos futuros entre partidos en el Congreso. «Podemos crear contradicciones en otros actores políticos para que finalmente tengan que ceder», analizó.

El PP insta a Podemos a retirar la moción contra Rajoy tras las primarias del PSOE

La registrada el viernes por Podemos en el Congreso de los Diputados será la tercera moción de censura de la democracia. Pablo Iglesias no toma como referencia la de 1987 del PP, entonces presidido por Antonio Hernández Mancha, contra Felipe González, pero sí la que en 1980 registró el exlíder socialista contra Adolfo Suárez. Pese a perderla, Felipe González vencía en los comicios dos años después. «Esta -proclamó ayer Pablo Iglesias- la vamos a ganar en la sociedad».

En cambio, el PP ve en la moción de censura de Podemos al Gobierno una «pérdida de tiempo». El portavoz de los populares en el Congreso reclamó ayer al líder de la formación de izquierdas que «cuando se acaben las primarias del PSOE» rectifique el rumbo y retire su iniciativa. «Es el viejo comunismo de siempre, rencoroso y que estimula los miedos de la gente para intentar obtener rédito político», denunció Rafael Hernando.

En el PP y en la Moncloa no preocupa el movimiento de Podemos. Constatado que ni Ciudadanos ni el PSOE están por la labor de respaldar la propuesta, creen que ahora es Iglesias y no Mariano Rajoy quien se somete al examen de la Cámara baja. «Hemos superado una especie de moción de confianza», argumentan fuentes populares. «Es una opa hostil al PSOE con el único objetivo de triturarlos todavía un poco más», concluyó ayer el vicesecretario de sectorial, Javier Maroto.

El PNV reiteró ayer que no se sumará a la iniciativa de Podemos en ningún caso. «A ver si esta moción va a demostrar que, en estos momentos, no hay una alternativa a otro Gobierno que no sea el del señor Rajoy, lo cual no sería muy edificante», reprochó Aitor Esteban en una entrevista en TVE.