Susana Díaz afirma que su objetivo no es arrasar en avales, sino en las elecciones generales

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

RAUL CARO | EFE

Hoy concluye el plazo para la presentación de firmas de apoyo a los candidatos a las primarias del PSOE

03 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana al mediodía concluye el plazo para la presentación de los avales de los candidatos a las primarias del PSOE y la victoria de Susana Díaz se da por descontada entre los suyos. La presidenta de la Junta de Andalucía señala que su gran objetivo son las elecciones generales, donde también pretende «arrasar».

En su candidatura confían en que obtendrá más de 40.000 avales de los 187.949 militantes que podrán votar el día 21. Un triunfo que también se reconoce en los equipos de Pedro Sánchez y Patxi López, aunque en ambos se relativiza la importancia de ese dato. Argumentan que en muchos casos la firma del aval es una imposición de los aparatos locales del partido a los afiliados, pero luego, subrayan, el voto es secreto y ahí cada militante elige en conciencia.

Relativismo o no, la recogida del mayor número de avales suele ser un paso muy importante para la victoria. Así ocurrió en la única experiencia previa, la de Pedro Sánchez en las primarias del 2014 para elegir secretario general. El por entonces poco conocido diputado por Madrid fue respaldado por 41.338 firmas, mientras que Eduardo Madina recogió 25.238, y José Antonio Pérez Tapias, 9.912. Sánchez ganó las primarias con 13 puntos de ventaja sobre el diputado por Vizcaya.

Susana Díaz, según su equipo, confía en superar el número de rúbricas obtenidas por Sánchez hace tres años gracias al respaldo de los principales barones territoriales del partido, y dar así un golpe sobre la mesa. Aunque ella hace como que no le preocupa el asunto porque su objetivo, dice, no se reduce al ámbito del PSOE, su meta es la Moncloa.

«Un nuevo tiempo en el país»

Las primarias, apuntó Díaz en una entrevista en Radio Nacional, son un paso en el proceso. «Yo, donde quiero arrasar -subrayó- es después, en las elecciones [generales], ganarle a la derecha para abrir un nuevo tiempo en este país». La jefa del Ejecutivo andaluz no teme un adelanto electoral que Rajoy tiene en su mano a partir de hoy al cumplirse un año de la última disolución de las Cortes. Si lo hace siempre será después de las primarias del PSOE y para entonces «no nos va a pillar sin candidato». Otra cosa será cómo quede el partido entonces, porque todo apunta a que será difícil suturar las heridas abiertas en octubre pasado.

En su papel de virtual secretaria general, la presidenta andaluza comentó que para hacer su equipo directivo en el congreso del PSOE de junio se rodeará «de los mejores», sean de su candidatura o de las de Sánchez y López. No va a mirar la matrícula de nadie, buscará, dijo, «el talento». Aunque nada comentó de si contará con el ex secretario general, con quien la comunicación es nula, y con el exlendakari, con quien tampoco tiene las mejores relaciones.

Sánchez y López también han dejado de ser amigos políticos, pero al menos mantienen las formas, y cuando se ven se saludan. Los dos han compartido además estos días un argumento político contra Susana Díaz y para desacreditar la abstención que permitió la investidura de Rajoy. Ambos han recordado que defendieron en su día que el PP podía encontrar socios para asegurar que su líder fuera reelegido presidente sin necesidad del auxilio del PSOE. Un planteamiento rechazado por Díaz y la gestora. Y ahora resulta que Rajoy tiene casi amarrado con Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y Foro el apoyo para rechazar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos.