El almacén de gas en Castor, responsable de los terremotos en el Mediterráneo

EFE

ESPAÑA

GUSTAU NACARINO | REUTERS

El ministro de Energía avanza que el almacenamiento no será desmantelado por ahora. Los expertos consideran que sacar el gas conllevaría un alto riesgo

03 may 2017 . Actualizado a las 15:51 h.

El Gobierno no desmantelará por ahora el almacenamiento subterráneo de gas Castor porque la situación en la zona está «estable» y porque los expertos consideran que sacar el gas conllevaría un alto riesgo, avanzó este miércoles el ministro de Energía, Álvaro Nadal, quien aseguró, eso sí, que no volverá a funcionar.

Esta es una de las conclusiones del informe encargado por Enagas al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sobre el almacenamiento, ubicado frente a las costas de Vinaroz (Castellón) y en el que dejó de inyectarse gas en septiembre del 2013, después de que se registraran cientos de seísmos en la zona. Según Nadal, los expertos han concluido que la relación entre la inyección de gas y los terremotos es «muy probablemente alta», o lo que es lo mismo, la inyección de gas fue la que «con toda probabilidad» produjo los terremotos en la zona. Además, consideran que lo que hizo el Gobierno en su día, parar la inyección de gas, fue lo correcto y que es lógico que eso llevara a que los terremotos pararan pocos días después, aunque existe un desfase de unos diez o quince días entre las inyecciones y los seísmos.

Según el informe, la falla en la que ellos han localizado los movimientos está estable, y lo mejor por ahora es «mantener las cosas como están» porque «existe un riesgo alto por inyectar gas pero también por sacarlo». Habrá que ver cómo se asienta y hacer posteriores estudios para ver qué se hace en el futuro con Castor y cómo se hace, insistió Nadal, que aseveró que «lo que está claro es que esta instalación no puede volver a funcionar». Hay «mucho tiempo» por delante para tomar una decisión, apuntó.

El ministro explicó que el informe no da plazos sobre dicha estabilidad y que la falla en la que ellos sitúan los hipocentros es diferente a la que señalaron otros estudios, es decir, que no es la de Castor, si no la de Amposta, que está muy cerca. Añadió que el informe concluye que los estudios previos al proyecto estaban «bien hechos» y dentro de los estándares de la industria pero que, al ser parciales, era casi imposible detectar riesgos en la zona.

Los estudios que se hicieron después de los terremotos, también estuvieron «muy bien hechos», según Nadal, que reiteró que los técnicos del MIT alaban la técnica española a pesar de que fue parcial y no como la suya, que es la única en el mundo que integra sismólogos, geólogos e ingenieros. Por ello, de cara al futuro recomiendan que se suban los estándares y las exigencias para cuando se quiera volver a construir instalaciones de este tipo, que han dado problemas en otros países, como Holanda y Estados Unidos. «Evidentemente, hay una relación entre Castor y los terremotos. Se hizo bien cortando de raíz la inyección de gas y parando el uso de la instalación. La instalación está estable y no tiene riesgo y cualquier movimiento a futuro se tiene que hacer con un estudio muy serio y con mucha prudencia», resumió Nadal.

«Es como si inflamos un globo que ha tocado unos cimientos. Si se desinfla, también podría mover los cimientos», ilustró Nadal para defender que lo que se haga se deberá hacer «con prudencia y seguridad».