Pujol júnior al fiscal: «Nunca hablábamos entre hermanos de nuestras cuentas»

EFE

ESPAÑA

Juan Carlos Hidalgo | EFE

Se comparó nate el juez con el personaje de Saza en «La escopeta nacional».

28 abr 2017 . Actualizado a las 16:57 h.

El primogénito del expresidente catalán, Jordi Pujol Ferrusola, en prisión desde el pasado martes, le aseguró a la fiscal Belén Suárez que no existían conversaciones ni reuniones entre los siete hermanos sobre su patrimonio: «Nunca hablábamos entre hermanos de nuestras cuentas».

En el interrogatorio de Jordi Pujol Ferrusola ese día ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, a cuyos audios ha tenido acceso Efe, el hermano mayor del clan Pujol dijo que la supuesta herencia del abuelo Florenci o las inversiones que con ella hicieron alguno de los hermanos (todos ellos imputados) no estaba en la agenda del día de las conversaciones entre los hijos del expresidente.

«De entrada no hacíamos nunca reuniones para decir 'voy a repartir' y por teléfono tampoco. Yo le decía voy a repartir 'X' y se lo daba», aseveró Pujol júnior, en prisión por seguir ocultando dinero y blanqueando mientras estaba siendo investigado, desde el año 2012.

Como gestor de esa supuesta herencia, explicó a la fiscal, él hacía transferencias a las cuentas andorranas que tenían cada uno de los hermanos o, si lo tenía en efectivo, ingresaba el dinero directamente a cada uno.

Sí que reconoció Jordi Pujol Ferrusola que su hermano Oriol, exdiputado de CiU, le entregó un millón de euros procedente de esa supuesta herencia porque creía que estaba «contaminando mucho» su carrera política.

Según el hermano mayor de los Pujol, Oriol sacó 1 millón de euros de su cuenta en Andorra y se los dio «en efectivo», una operación de la que no existen documentos que la acrediten porque no era «necesario hacer papeles».

Ese dinero de Oriol no se repartió entre el resto de hermanos, sino que se lo quedó Jordi, que fue quien dividió el legado del abuelo Florenci Pujol entre todos y quien les ofrecía inversiones para que obtuviesen beneficio, pero nunca, según dijo, de manera habitual: «Eran muy esporádicas. Cada uno hacía su vida y hacía su guerra».

Pero no era con todos sus hermanos con quien hizo negocios, sino que, según Pujol júnior, solo fue «una vez con Mireia y luego alguna con Pere y con Josep» y dudó de si con Marta, pero «con Oleguer nunca y con Oriol tampoco».

Y en concreto, explicó el caso de Mireia, que invirtió por sugerencia de su hermano mayor pero, como perdió dinero, le dijo que «no quería saber nada más de eso». Pese a ello, Pujol júnior dijo creer que «fue ella la que sacó más rendimiento de todos» de ese legado.

En el auto de prisión, el juez De la Mata atribuye a Jordi Pujol Ferrusola la coordinación siempre «en beneficio de la familia» del patrimonio que los Pujol tenían oculto en el Principado y que todos ellos atribuyen al legado del abuelo Florenci.

Un argumento que el magistrado ha rechazado en varias ocasiones porque «no se aporta elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión», ni de él ni de «ninguno de sus hermanos». «La estrategia defensiva es coincidente y está obviamente orquestada y coordinada con la de todos los miembros de su familia», insiste De la Mata sobre el dinero del Principado, que permitió a Junior obtener un beneficio «no justificado» de 5,5 millones de pesetas, 6,6 millones de euros, 11,1 millones de dólares, 7,8 millones de marcos y 93.000 libras.

Se comparó ante el juez con Saza en «La escopeta nacional»

Jordi Pujol Ferrusola se comparó en su declaración este martes ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata con el personaje que interpretaba Saza, en La escopeta nacional, de Berlanga, al relatar su fracaso en inversiones con las que trató de justificar envíos de dinero fuera de España.

Según el audio de su declaración, al que ha tenido acceso Efe, se retrató como el personaje del industrial catalán que iba «vendiendo interfonos» y le «están dando largas y largas» y acaba «pagando la fiesta y la cacería», pero nadie se los compra.

«Un poco lo que me pasa a mí, es lo mismo», aseguró el primogénito del expresidente catalán, equiparándose al personaje que encarnó en esa película de Luis García Berlanga el fallecido José Sazatornil, Saza, si bien en su declaración no consiguió acordarse del nombre de este actor catalán.

Y es que, a lo largo de la declaración que prestó y que se saldó con su ingreso en prisión incondicional, este «dinamizador económico», como él mismo se definió, fue relatando los negocios en los que invirtió fuera de España y que, según su versión, resultaron ruinosos.

De este modo trató de justificar las salidas de dinero de sus cuentas a países como México, Estados Unidos o Argentina y que la Policía, que ha cifrado en 30 millones de euros el total de esas operaciones desde que comenzó a ser investigado en el 2012, cree que responden a una evasión de capitales para tratar de ocultar sus fondos a la Justicia española.

Durante las casi cuatro horas de comparecencia, Jordi Pujol Ferrusola fue desgranando su versión de esos pagos sospechosos. Entre ellos, los realizados al empresario mexicano Carlos Riva Palacio, su socio en la empresa Avanti, y que, según él, fueron para financiar otros negocios con él, como su futura participación en la empresa Ancor.

«Es receptor de financiación que no me ha devuelto», indicó Jordi Pujol júnior y añadió que actualmente él está «estudiando» el modo en que pueda devolvérsela.

Esa financiación fue a través de fondos enviados desde cuentas en España y «que han pagado sus impuestos», puntualizó, salvo una de ellas de 290.000 dólares (338.000 euros), que salió desde Andorra y que en su declaración fechó en enero de 2010.

Ese pago desde Andorra lo trató de justificar señalando que su intención era ocultárselo a su exmujer, la también imputada Mercé Gironès, porque ella no se fiaba de su socio mexicano.

«No quería tener más problemas con mi mujer, que ya tenía suficientes», prosiguió Pujol Ferrusola, quien a preguntas de la teniente fiscal Belen Suárez aseguró que, si hubiera enviado esa cantidad desde cuentas españolas, su exmujer se lo hubiera «impedido».

Para evitarlo, relató que envió «esa cifra» desde una cuenta de Andorra que Gironès no conocía, ya que ella «solo conoce la existencia de una cuenta, la 84248», y explicó que lo hizo por mantener las expectativas de negocio con sus socios de México, fundamentalmente en unas licencias de casinos.

«Hay acuerdos de reconocimiento de deuda que él se ha comprometido a pagar, pero no tengo ningún ancla en la que poder agarrarme para poder reclamar», si bien «sigo pensando que hará lo de los casinos», porque «hay un hombre de buena voluntad entre los dos que está ayudando para que esto salga adelante», indicó sobre la posibilidad de recuperar esa deuda con sus respectivos intereses. 

Temen que el dinero no se pueda recuperar

El fiscal pidió prisión incondicional para Jordi Pujol Ferrusola ante el temor de que las cantidades que ha evadido en los últimos años no se puedan recuperar cuando haya sentencia firme, porque durante la investigación judicial ha aprendido a «descapitalizar el dinero».

Según los audios a los que ha tenido acceso Efe, así lo planteó el fiscal Fernando Bermejo durante la vista de prisión que se celebró tras la declaración que el primogénito de los Pujol hizo el pasado martes ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, quien finalmente acordó su ingreso en prisión para evitar la destrucción de pruebas y la comisión de nuevos delitos.

Esos fueron los motivos por los que el representante del Ministerio Público pidió por primera vez la privación de libertad para Jordi Pujol júnior, al dar por hecho que maneja fondos cuyo control es ajeno a la justicia.

El fiscal expuso ante el juez que a lo largo de la investigación se ha podido acreditar una «evolución» en la actuación del hijo mayor de Jordi Pujol, que ha pasado de «las facturas genéricas» a los «préstamos ficticios». Es decir, de presentar facturas por cuestiones «que insultan a la inteligencia media» para incrementar ese dinero, a realizar «préstamos ficticios» para deshacerse de ello, incluido a su propia hija.

De acuerdo con los cálculos de la UDEF, el dinero evadido por Jordi Pujol Ferrusola en negocios jurídicos ficticios, donaciones o préstamos no acreditados asciende a 9,4 millones, otros 12,3 millones corresponden a inversiones no repatriadas y 8 millones más a plusvalías latentes no declaradas. En total, 29,9 millones de euros.

Parte de ese dinero fue enviado a fondos cuya ubicación se desconoce, expuso el fiscal, quien propuso la incautación de su teléfono, que ahora está siendo analizado, para evitar transacciones por internet. A su juicio, el análisis de la instrucción permite ver un cambio de método, una evolución en la actividad criminal para descapitalizar el dinero «y evitar que cuando haya sentencia firme se pueda recuperar ese dinero». Es decir, que al principio de la investigación entraba dinero en España sin justificación y ahora lo que ocurre es que sale ese dinero mediante préstamos ficticios a testaferros.

Planteó el representante de Anticorrupción que ahora se sabe que, al menos desde 1992, Jordi Pujol hijo fue titular de cuentas de Andorra por las que circularon fondos en efectivo por encima de 3.000 millones de pesetas, más 5 millones de euros y otras cantidades en dólares y marcos.

Y ahora ocurre que, sin terminar la instrucción, los saldos bloqueados «son insignificantes, ha disminuido considerablemente», e incluso se han modificado titularidades. «Por estas razones debemos acabar la investigación, descubrir esos fondos y que no haya más activos que no puedan volver a España», defendió el fiscal ante el juez.

El abogado de Pujol júnior, Cristóbal Martell, se opuso a la prisión alegando, entre otras cosas, que los hechos del informe de la UDEF en el que se basa «no son novedosos», que no se explica por qué se sospecha que sus negocios son «ficticios» y que su defendido ya tiene bloqueados por la justicia 25 millones de euros.

Pujol Ferrusola, afirmó el letrado, «vive precisamente en las antípodas de una conducta de evasión de responsabilidades patrimoniales de un proceso», de «una conducta de despatrimonialización» y muestra de ello, dijo, es que en una cuenta bloqueada ingresó casi 1,7 millones de euros.

«Este letrado es de una gran ingenuidad y no venia preparado para hacer un discurso punto a punto respecto del informe de despatrimonialización de la UDEF», afirmó Martell ante el juez, un documento que está, dijo, lleno de «vaguedades, ambigüedades, errores grandes, burdos».

«No hay necesidad de adoptar esta medida para algo tan sagrado, algo tan extraordinario como es la libertad de un hombre. ¡Pero si llevamos desde el año 2012 instruyendo, practicando pruebas!», se quejó el abogado ante la medida que el juez finalmente adoptó.