Unidos Podemos puede solicitar la reprobación del Gobierno -necesita al menos 35 diputados-, pero su aprobación requiere el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso
27 abr 2017 . Actualizado a las 12:25 h.La moción de censura es una de las herramientas que otorga la Constitución española para exigir responsabilidades políticas al Gobierno. Unidos Podemos ha anunciado hoy su intención de presentarla en los próximos días contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «ante la grave situación institucional» provocada por la investigación del Caso Leza.
El Grupo que lidera Pablo Iglesias, efectivamente, puede hacer uso de este derecho constitucional, ya que, según el artículo 113 de la Constitución Española, el Congreso puede solicitarlo a propuesta de una décima parte de los diputados, esto es, por 35 parlamentarios, y el grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea cuenta con 67 miembros.
La ley establece que, tras la presentación de la moción de censura, en la que se tiene que incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno, tienen que pasar al menos cinco días para su votación. En los dos primeros días tras su publicación, el resto de grupos pueden presentar mociones alternativas y, en el caso de no aprobarse, quienes la hayan propuesto no podrán presentar otra dentro del mismo período de sesiones. En el hipotético caso de que la moción de censura sea aprobada, el Gobierno presentará su dimisión al Rey y se nombrará al candidato incluido en la moción.
La aprobación de una moción de censura requerirá, en todo caso, el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados, algo que hace bastante improbable la anunciada hoy por el partido de Pablo Iglesias. El PP cuenta con 134 miembros, el PSOE con 84, Ciudadanos, con 32 miembros, ERC, nueve, el Grupo Parlamentario Vasco, cinco miembtos y el Grupo Mixto 19 miembros.
Durante la reciente etapa democrática se han presentado dos mociones de censura y ambas han sido rechazadas: En 1980, el PSOE presentó una contra Adolfo Suárez pero el candidato, Felipe González, no recibió el aval de la Cámara, y en 1987, Alianza Popular, con Antonio Hernández Mancha como aspirante, hizo lo propio contra González, pero tampoco salió adelante.