El espeleólogo rescatado en Mallorca llegó a pensar que no lo encontrarían

EFE PALMA

ESPAÑA

Atlas TV

Xisco Gracia se mantuvo con vida gracias a que en la oquedad en la que permaneció había una bolsa de aire. Asegura que llegó a perder la noción del tiempo, pero ahora dice que ya está recuperado y pensando en nuevos proyectos

18 abr 2017 . Actualizado a las 17:41 h.

El espeleobuceador Xisco Gracia, rescatado anoche tras pasar unas 60 horas en una cámara de aire de una cueva subacuática en Manacor, al este de Mallorca, ha explicado este martes que llegó a perder la noción del tiempo y a pensar que no llegarían a encontrarlo. «Para mí pasaron cinco días como mínimo», ha relatado Gracia en una entrevista en la Cadena Ser, donde ha contado que lo más difícil de la espera fue que llegó a pensar que su compañero que había ido en busca de ayuda no había podido salir de la cueva para explicar a los rescatadores en qué lugar de la cavidad se encontraba él.

«El problema era psíquico, de pensar eso, y también de respirar porque era un aire muy viciado y cuesta mucho respirar», ha explicado. Gràcia, que ha dicho sentirse «mentalmente recuperado, ya como si no hubiera pasado nada», ha relatado cómo comenzó todo el sábado por la tarde cuando realizaba labores de topografía con otro buceador, el cabo guía que seguían para orientarse se rompió e intentando solucionarlo consumieron gran parte del aire de las botellas que llevaban.

Volvieron atrás a una cámara de aire y como no les quedaba suministro suficiente para salir ambos, decidieron que fuera su compañero el que intentara salir para dar la voz de alarma, porque de los dos era quien consumía menos. «Sabíamos perfectamente dónde estábamos, era un problema de aire, si yo hubiera tenido más aire, yo mismo habría podido salir», ha explicado.

El rescate fue complejo por la mala visibilidad del agua y por el laberíntico recorrido hasta llegar al lugar donde estaba Gràcia, situado a unos 900 metros de la entrada. Durante las 60 horas que permaneció solo a la espera del rescate, Gràcia temió «que no hubiera tenido aire suficiente para volver por la ruta más larga, porque era muy laberíntica» y que por lo tanto no hubiera podido comunicar su posición, que llevaba apuntada. «Me parecían muchos días», ha afirmado. «Yo ya lo daba casi por imposible».

En ese tiempo, Gràcia mantuvo apagada la linterna que tenía todo el tiempo que pudo y solo la encendía para orinar y para recoger agua del lago de la cavidad para beber, las únicas operaciones que hacía. «Solo encendía la luz para eso, el resto a oscuras», ha contado en la citada entrevista.

Si bien el protocolo de rescate cuando alguien ha desaparecido es revisar todas las salas con aire de la cavidad, Gràcia ha indicado que la zona de la cueva de sa Piqueta donde quedó a la espera estaba poco explorada: «Hay muy poca gente que la conoce y yo era uno de ellos». Debido al CO2 que había en la cámara de aire, el experimentado espeleólogo llegó a tener «la sensación de que veía como luces y alguna burbuja». «Al final ya pensaba que no encontrarían la sala, que Guillem no había podido salir y que no encontraban la sala».

También oía cerca el ruido de la máquina que utilizaron los servicios de emergencias para intentar perforar la superficie de la roca que cubre la cueva costera, trabajo que se interrumpió a los 37 metros de profundidad sin haber alcanzado el objetivo de llegar cerca de Gràcia para facilitarle oxígeno. Ha detallado que en cuanto el lunes por la tarde vio llegar a la sala al compañero buceador del Grup Nord de Mallorca que lo localizó, empezó a pensar en nuevos trabajos por hacer. «Se te pasa todo. Son trabajos importantes de documentar lo que tenemos debajo, hacer planos... La vida continua y hay que seguir adelante».

Más de 60 horas de rescate

El espeleólogo Xisco Gracia ha sido rescatado con vida de la cueva de Manacor donde se había quedado atrapado el pasado sábado a la espera de ayuda, tras agotarse la bombona de aire con la que había entrado.

Al filo de la medianoche, el espeleólogo, de 54 años, ayudado por efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, salió por su propio pie de la Cova de Sa Piqueta, donde recibió asistencia sanitaria, según las imágenes del 112 de las Islas Baleares en Twitter.

Amigos, familiares y miembros de los equipos de rescate recibieron a su salida a Xisco Gracia, que ha sobrevivido en la oquedad desde el sábado gracias a que había quedado en una zona donde había una bolsa de aire.

Gracia había sido localizado sobre las 15.00 horas de este lunes en buenas condiciones físicas, en el tramo final de la cueva de Manacor, a unos 900 metros de la entrada, donde un espeleobuceador pudo hacerle llegar agua dulce y alimentos, antes de salir a la superficie para comunicar el hallazgo al equipo de 60 personas que participaba en la operación de rescate.

Dos buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil entraron posteriormente a la cavidad costera para acceder de nuevo hasta Gracia, valorar su estado con mayor precisión y ayudarle en la salida.

Las zonas angostas de la cueva y las condiciones de la misma, con gran cantidad de lodo que impedía la visibilidad, han dificultado las tareas de los equipos de rescate que buscaban a Xisco Gracia desde el sábado, cuando el espeleólogo, que recababa información topográfia con un compañero, se quedó sin aire en las bombonas. Ante este problema, Gracia quedó en el interior de la cueva mientras el otro buceador salía a la superficie a recabar ayuda.

En el dispositivo de rescate han participado participan agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, algunos de ellos desplazados desde la península, así como policías locales de Manacor, personal de Protección Civil, un equipo sanitario del 061 y responsables de Emergencias del Govern balear.