Representan un cementerio en Madrid en recuerdo de los 16.000 niños muertos en Siria

EFE

ESPAÑA

Atlas TV

Las lápidas tienen los nombres de los menores asesinados, como Bayan, una niña de 8 años que iba a una escuela en Alepo y que murió en un ataque aéreo dentro de su casa

12 mar 2017 . Actualizado a las 19:42 h.

Save the Children ha representado un cementerio en un parque junto a las Cuatro Torres de Madrid para simbolizar cómo sería el paisaje de una ciudad si perdiese a 16.000 niños por la guerra, como ha ocurrido en Siria en los seis años de conflicto.

Las lápidas tienen los nombres de los menores asesinados, como Bayan, una niña de 8 años que iba a una escuela de Save the Children en Alepo y que murió en un ataque aéreo dentro de su casa.

En el acto simbólico y de denuncia, ha participado una familia siria que llegó a España huyendo en la guerra en 2013, integrada por Omar y Nazir, de 4 y 2 años, que nacieron ya en España y forman parte de la generación de hijos de refugiados sirios nacidos en Europa.

Su madre, Aza, dejó a sus padres y hermanos en Damasco para venir embarazada de su primer hijo a España junto a su marido y su hermana Wafaa. «Seis años de guerra en Siria han creado una de las mayores crisis humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial. Casi cinco millones de personas, muchas de ellas niños, están atrapadas en áreas de difícil acceso para las agencias humanitarias, expuestos al peligro de morir en cualquier momento», ha alertado el director de cooperación internacional y ayuda humanitaria de Save the Children, David del Campo.

Además, el activista ha advertido de que el conflicto está dejando secuelas en la salud mental de los niños que podrían ser irreversibles.

El informe de la ONG «Heridas invisibles» revela que la mitad de niños que viven en Siria no se sienten seguros en ningún momento del día. «Vivir durante seis años sin saber si mañana será tu último día se cobra un peaje psicológico enorme. Al menos tres millones de niños sirios menores de seis años solo conocen la guerra y han crecido con miedo, bajo la sombra del conflicto», ha añadido.

En este sentido, ha recordado que estos niños son la generación que tendrá que reconstruir un país en ruinas, «pero su futuro y el del propio país están en la cuerda floja».

Save the Children reclama «a todas las partes» que dejen de usar armas explosivas contra la población civil y «de atacar infraestructuras civiles, como colegios y hospitales», el fin inmediato de las tácticas de asedio y el acceso humanitario sin restricciones a todas las áreas, para que organizaciones como Save the Children y sus socios puedan llegar a los más vulnerables.

Y a la Unión Europea, que lidere una respuesta centrada en la protección de la infancia siria tanto dentro como fuera de su país.