¿Quiénes son Hazte Oír?

CLÁUDIA MORÁN

ESPAÑA

PIERRE-PHILIPPE MARCOU | afp

Nació en el 2001 como un «lobby» provida y profamilia y desde entonces ha protagonizado numerosas campañas contra el aborto o el matrimonio homosexual

03 mar 2017 . Actualizado a las 19:54 h.

La organización Hazte Oír ha protagonizado la polémica de la semana con su autobús contra los niños transexuales. Según afirma en sus redes sociales, el colectivo busca «promover la participación de los ciudadanos en la política» y «afirmar la dignidad de la persona y la importancia de valores como la libertad, la justicia y la solidaridad».

Eso sí, siempre «desde una concepción cristiana del hombre y de la sociedad», a pesar de que se declara una asociación «aconfesional».

Pero, ¿cómo surgió este movimiento y quiénes son las personas que están detrás de él? La primera aparición de Hazte Oír tuvo lugar en el 2001, en el contexto del gobierno de José María Aznar, cuando se dio a conocer como un grupo de presión o lobby provida y profamilia.

Su ideología conservadora llevó a Hazte Oír a protestar en numerosas ocasiones contra el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, concretamente contra la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, la modificación en la ley del aborto o la introducción de materias de igualdad en los centros educativos, como Educación para la Ciudadanía. 

Poco a poco -y especialmente a partir de la llegada al poder de Zapatero en el 2004-, la organización consiguió aglutinar a cada vez más asistentes a sus actos y campañas y se fue haciendo un hueco en el sector más conservador de la sociedad.

Junto con otros colectivos, Hazte Oír cargó duramente contra el polémico vídeo del fallecido Javier Krahe Cómo cocinar a un Cristo por el que el músico fue juzgado en el 2012 y contra los magistrados del Tribunal Constitucional que aprobaron la legalización de Bildu.

Hazte Oír ejerce un papel muy activo en las redes sociales, especialmente a través de sus cuentas de Twitter (@hazteoir) y de Facebook, donde concentra decenas de miles de seguidores, además de poseer su propio canal de Youtube, que cuenta con más de 8.000 suscriptores. En ellas difunde sus campañas, además de contenidos que cargan, entre otras cuestiones, contra el aborto, el movimiento feminista o el «adoctrinamiento sexual» en los centros educativos. 

A través de la plataforma Citizen Go, liderada por su propio presidente, Ignacio Arsuaga -abogado madrileño abiertamente contrario a la transexualidad y a lo que califica como «una inquisición gay imperante»-, ha lanzado numerosas campañas de recogida de firmas, especialmente contra la publicidad de empresas en la que aparecen representadas parejas homosexuales.

En el 2014, Hazte Oír impulsó una campaña de apoyo a Rouco Varela, quien entonces era presidente de la Conferencia Episcopal Española, cuando este fue increpado por un grupo de activistas de Femen.

A través de una misiva, el colectivo pedía al ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que iniciase una investigación policial, y la iniciativa consiguió miles de firmas. «¿Qué ha de pasarnos a los creyentes para que los poderes públicos empiecen a tomar medidas eficaces que garanticen la libertad religiosa?», preguntaban.

No obstante, no parece que la organización mantenga una relación estrecha con la Iglesia. Varios obispos habrían vetado a Hazte Oír en sus diócesis y, ante el reciente episodio de la autocaravana, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha eludido hacer declaraciones sobre la campaña.

«No entro en autobuses. Les remito a esta pregunta. Creo muchísimo en los medios de comunicación, pueden dar un nombre diferente a este tema. Pongan este eslogan: '¿Qué nos pasa para no saber lo que nos pasa?'. Ese es el autobús que yo quiero, no quiero otro», señaló el vicepresidente de la CEE, Carlos Osoro, al ser preguntado por la polémica.

En cuanto a su relación con otras comunidades, Hazte Oír se dio de baja en el 2009 de la asociación civil Foro Español de la Familia alegando «diferencias» entre ambas.

En cuanto a su orientación política, varias voces han señalado a Hazte Oír desde sus inicios como una organización vinculada al Partido Popular. Su presidente, Ignacio Arsuaga Rato, es familiar del exministro de Economía y expresidente de Bankia Rodrigo Rato, aunque Arsuaga aclaró en su momento que solo conoce a Rato de una charla. Además, el exministro Fernández Díaz consideró a este colectivo de ser de «utilidad pública» en el 2013.

Sin embargo, Hazte Oír no ha dudado en señalar a algunos miembros del PP cuando sus acciones no han sido de su agrado, al tiempo que integrantes destacados de la formación política han vertido sus críticas hacia la plataforma. Con motivo del polémico autobús naranja, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, calificó la campaña de «completamente impresentable».

La plataforma también ha sido relacionada con otras organizaciones. Según publicó El Confidencial, una sentencia judicial ha confirmado el vínculo de Hazte Oír (y de otros colectivos similares) con El Yunque, una «secta ultraconservadora» que busca «infiltrar a sus miembros en las altas esferas del poder político». No obstante, Hazte Oír se apresuró a asegurar que no guarda «ninguna relación» con la misma.

Vínculos atribuidos aparte, uno de los pilares fundamentales de la organización es la creencia de que «la sociedad es anterior al Estado», por lo que entiende que «la política es esencialmente vocación de servicio, que los gobernantes tienen el deber de escuchar a los gobernados». Atendiendo a esta descripción, podría pensarse que Hazte Oír tiene mucho en común con otras como Democracia Real Ya; sin embargo, el componente religioso es una prioridad fundamental en las reivindicaciones de esta organización.

Prueba de ello es otra petición que lanzaron en las redes -titulada «Petr Jasek: 20 años de prisión por ser cristiano»- para conseguir la liberación de un misionero checo que había sido condenado a veinte años de cárcel en Sudán acusado de espionaje.

Por otro lado, cabe destacar que la organización organiza cada año su propia ceremonia de entrega de premios, que reconocen «la excelencia y la defensa del derecho a la vida, la familia y las libertades fundamentales».

Otras campañas polémicas

La de la autocaravana naranja no ha sido la única acción polémica llevada a cabo por Hazte Oír. Hace muy poco, en el marco de las elecciones autonómicas del 2015, la organización lanzó una campaña contra el aborto con la imagen de la candidata del PP, Cristina Cifuentes, en la que se leía «Si votas Cifuentes, votas aborto» y «Yo rompo con Cifuentes».

A pesar de las críticas de los populares y de la prohibición dictada por la Junta Electoral Central, el Tribunal Supremo consideró que se trataba de una campaña publicitaria legal en base a los derechos a la libertad de expresión y de participación política, y teniendo en cuenta que no estaba dirigida a la obtención de votos.

Cifuentes volvió a ser blanco de las críticas de Hazte Oír tras la aprobación del transporte gratuito en la comunidad madrileña para transexuales en riesgo de exclusión. En esa ocasión, la presidenta de la Comunidad de Madrid les respondió calificándolos de «plomicos».

Hazte Oír también estuvo detrás de varias campañas contra la representación de parejas homosexuales en anuncios. Una de ellas tuvo lugar en septiembre contra la cadena de restaurantes VIPS, a la que acusaron de «distorsionar a la familia» por publicitarse con la imagen de una pareja de hombres y el texto «Que el 2x1 no te pille sin pareja».