Rajoy desafía a Rivera porque no cree que se atreva a romper

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Juan Carlos Hidalgo | Efe

El presidente del Gobierno no va a cerrarse la puerta a volver a ser candidato, por lo que la limitación de mandatos jamás saldrá adelante con los votos del PP

01 mar 2017 . Actualizado a las 08:09 h.

¿Tenía el PP intención de cumplir el pacto de investidura con Ciudadanos cuando lo firmó? A juzgar por las declaraciones realizadas este martes por los populares, es evidente que no. «En aquel momento estaba en juego la gobernabilidad de España y es lógico que dijéramos sí a las condiciones, porque eran irrenunciables», aseguró Fernando Martínez-Maíllo, el nuevo hombre fuerte del PP. La primera conclusión es que firmaron aquel documento a sabiendas de que no cumplirían. Pero la segunda, y acaso más importante, es que consideran que ahora ya no está en juego la gobernabilidad del país y por eso pueden permitirse, al contrario que entonces, poner las cartas boca arriba y decirles que no a los de Albert Rivera. Es decir, que Mariano Rajoy no da ninguna credibilidad a las advertencias de Ciudadanos y está seguro de que los naranjas no tienen más salida política que apoyarlo, cumpla o no, porque lo contrario conduciría a unas nuevas elecciones generales en las que, de celebrarse, el PP está convencido de que recuperaría una buena parte de los votos cedidos a la formación de Rivera. Del otro lado, este se encuentra en un compromiso. Rajoy le ha ido ganando todos los pulsos que ha echado hasta ahora y además limita cada día su papel al de «socio preferente», dejando claro que no lo considera el único socio posible. Si quiere conservar su imagen de partido que sirve de control y contrapeso a al PP, Ciudadanos está ahora obligado a hacer un gesto contundente que permita visualizar que es algo más que una bisagra de los populares y que no teme a las consecuencias de romper su acuerdo con ellos.

Si hay algo seguro, es que Rajoy no va a cerrarse la puerta a volver a ser candidato, por lo que la limitación de mandatos jamás saldrá adelante con los votos del PP. Y, respecto a la otra pieza clave del acuerdo, la comisión de investigación sobre la financiación irregular de los populares, la estrategia es dilatar al máximo ese proceso, pero sin dar un portazo, porque Rajoy es consciente de que resultaría catastrófico que esa comisión llegara a crearse con una mayoría alternativa, ya que eso supondría que PP y Ciudadanos perderían el control de la investigación y, lo que es peor, de sus conclusiones.