El Gobierno «sondeará» si Artur Mas tiene un plan alternativo a la independencia que pueda explorarse

N. V. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

MARISCAL | EFE

Insiste en su disposición de negociar una por una las 45 antiguas reivindicaciones de la Generalitat sobre derechos sociales o incumplimientos del Estado con la comunidad

18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin fecha en el horizonte para el encuentro pendiente entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont, el Ejecutivo sugiere que los contactos con la Generalitat pueden estar produciéndose de manera discreta. «El presidente del Gobierno ya advirtió de que las conversaciones muchas veces no tienen por qué darse a plena luz del día, probablemente la recuperación de la confianza exige hablar más antes de que tenga lugar ese diálogo», sostuvo ayer Íñigo Méndez de Vigo. Según el portavoz del Ejecutivo, a día de hoy las relaciones entre los ministerios y las consejerías continúan intactas y el intercambio de impresiones entre unos y otros es «habitual».

En este sentido, el Gobierno insiste en su disposición a negociar una por una las 45 antiguas reivindicaciones de la Generalitat sobre derechos sociales o incumplimientos del Estado con la comunidad. Una lista de la que el Ejecutivo excluye la convocatoria de un referendo independentista, el único punto que no habría caído en el «olvido». Pero ese es precisamente el principal obstáculo entre ambas partes. 

De Bruselas a Madrid

Desde la Moncloa se espera el clima propicio para que el encuentro entre Rajoy y Puigdemont no acabe en fracaso. Por ahora, la cita ha quedado congelada tras el plantón del líder de la Generalitat a la Conferencia de Presidentes autonómicos. Cualquier contacto posterior inmediato habría sido entendido, justifican fuentes gubernamentales, como un reconocimiento de «bilateralidad» al Ejecutivo de Puigdemont y como un trato diferenciado. Además, Méndez de Vigo recuerda que en ese foro se abordaron cuestiones que afectan al día a día de los catalanes y reprocha por ello al presidente catalán que evite el diálogo con el Gobierno y acuda en cambio a las instituciones europeas para promocionar su referendo. «Es mejor venir a Madrid para hablar de estos temas que ir a Bruselas», aseveró el portavoz en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, preocupado por que la política en Cataluña esté determinada por «el extremismo de la CUP».

En este escenario, cualquier posible brecha es para el Gobierno una oportunidad a explorar. De ahí que el Ejecutivo esté dispuesto a «sondear» si Artur Mas tiene en mente un plan alternativo a la independencia. Si eso es lo que puede desprenderse de su última intervención ante estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid, en la Moncloa quieren saber a qué se refiere exactamente el expresidente. «Nos gustaría que nos dijera en qué consiste -instó Méndez de Vigo-, porque yo no puedo interpretar qué pasa por su cabeza».