La crisis del PSOE hunde en Andalucía a Susana Díaz, que se deja siete puntos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Resultado de la encuesta
La Voz

Ganaría por la mínima al PP frente a la clara victoria con la que se impuso en el 2015

19 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La fractura generada en el PSOE entre quienes defendían la necesidad de poner fin al bloqueo político permitiendo que Mariano Rajoy gobernara y quienes se oponían a facilitar su investidura, se llevó por delante al ex secretario general Pedro Sánchez, pero pasa también factura a Susana Díaz, a la que todos ven detrás de la maniobra que acabó con la dimisión del anterior líder. La encuesta elaborada por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea), equivalente a un CIS autonómico, refleja un fuerte retroceso del PSOE en esa comunidad. Aunque los socialistas ganarían hoy de nuevo las elecciones con un 28,6 % de los votos, se dejarían casi siete puntos respecto al 35,4 % que obtuvieron en las elecciones autonómicas del 2015, y su ventaja sobre el PP, que lograría ahora un 26,2 % de los sufragios, se reduciría a solo 2,4 puntos, cuando en aquellos comicios la diferencia fue de hasta 8,6 puntos.

Solo el PP sube en el sondeo

El PSOE es también el partido que más cae respecto al último sondeo de Capdea, celebrado en febrero del 2016, y se deja 3,5 puntos. Por el contario, el PP es la única fuerza que incrementa su apoyo en relación con aquella encuesta, con una subida de 0,9 puntos. De celebrarse hoy las elecciones, Podemos ocuparía la tercera plaza con un 17 % de los votos, seguido de Ciudadanos, con un 12,1 %, e Izquierda Unida, con un 5,7 %. Los partidos morado y naranja experimentan, según esas cifras, un leve retroceso de un punto cada uno respecto al anterior sondeo, aunque en relación con las elecciones de marzo del 2015 Podemos sube más de dos puntos, pasando del 14,84 % de entonces al 17 % actual, y Ciudadanos crece en casi tres, al pasar del 9,28 % al 12,1 %. Izquierda Unida se deja un punto respecto a las autonómicas, en las que obtuvo un 6,89 %.

La caída del PSOE es mucho más significativa respecto a los resultados obtenidos por Susana Díaz en las elecciones del 2015 , en las que cosechó una clara victoria con el 35,4 % de los votos y 47 diputados, frente a un PP que se quedó en un 26,7 % y con solo 33 escaños. El PSOE se dejaría hoy 6,8 puntos respecto a aquellos comicios. Por el contrario, el PP experimenta una subida de 0,5 puntos en relación con el resultado obtenido en el 2015. Estas cifras permiten cotejar la influencia negativa en el respaldo a Susana Díaz que ha tenido la crisis abierta en el PSOE, dado que el trabajo de campo para esta encuesta se realizó entre el 3 de noviembre y el 12 de diciembre del 2016, un mes después de la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE e inmediatamente después de que los socialistas permitieran gobernar a Rajoy con su abstención en la investidura.

Pese a esos datos, un 49,7 % de los andaluces valoran positiva o muy positivamente la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno. Si lo que se celebrasen ahora fueran unas elecciones generales, el PP ganaría de nuevo en Andalucía con un 22,9 % de los votos, superando en casi cinco puntos al PSOE, que lograría 18,1 %. En los últimos comicios generales, el PP con un 33,56 %, superó en poco más de dos puntos a los socialistas, que obtuvieron un 31,24 %.

Díaz: lo importante es el cariño

Díaz trató de restar importancia a la encuesta y tampoco quiso dar pistas sobre sus intenciones de presentarse o no a las primarias del PSOE. «No hay nada más bonito que el cariño dentro de una organización», señaló de forma evasiva al ser preguntada. Aseguró que el PSOE tiene que «recuperar mucho la fraternidad» y lograr que sus dirigentes se respeten. «La gente piensa: si ellos se llevan bien, me van a tratar bien a mí», explicó, y por eso abogó por ir por ese camino para «unir y trabajar todos». Por último, preguntada sobre si ella mantiene ese cariño hacia Patxi López, que ya se postuló como candidato a las primarias, contestó:. «No es incompatible. Llevamos años juntos. ¿No nos vamos a querer?».

La cruenta batalla contra Pedro Sánchez pasa factura

Susana Díaz tenía un plan perfectamente diseñado cuando en el año 2014 impulsó la candidatura de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE para impedir la victoria de Eduardo Madina. Pensó entonces que era demasiado pronto para dar el salto a Madrid y pactó dejar el partido en manos de Sánchez para ser ella la candidata a las generales. Pero, desde entonces, todo se ha torcido para la dirigente andaluza. Primero, Sánchez rompió ese pacto postulándose como candidato. Después, su maniobra de descabalgar a Sánchez de la secretaría general para impedir que pactara con Podemos y los independentistas, para lo que contaba con el apoyo de los principales barones del partido y de la vieja guardia, con Felipe González a la cabeza, se complicó mucho más de lo previsto, hasta el punto de que, para lograr el objetivo, provocó una verdadera carnicería en el comité federal de la que todos han salido muy debilitados. Y, por último, cuando convencida de poder ganar a Sánchez parecía por fin dispuesta a dar el paso de optar a la secretaría general del PSOE presentándose a las primarias, la sorpresiva maniobra de Patxi López adelantándose a presentar su propia candidatura le ha complicado de nuevo las cosas, hasta el punto de que Díaz se pensará ahora mucho si dar o no ese paso. El exlendakari es visto en este momento como una buena solución de consenso entre los dos bandos y tiene opciones de ganar. La encuesta hecha pública ayer no va a animar precisamente a Díaz a batirse, dado que si pierde apoyo en su propio feudo, más lo perderá en otras comunidades.

Su plan siempre fue ser elegida secretaria general sin disputar unas primarias. Y ahora estaría obligada a hacerlo, con el grave riesgo que ello entraña. Si opta a las elecciones internas y pierde ante Patxi López, quedaría muy debilitada como presidenta de Andalucía. Y por ello, solo traspasará Despeñaperros en caso de tener asegurada la victoria. Paradójicamente, Sánchez podría convertirse ahora en su mejor aliado si se presenta, dado que así el voto de los críticos con la decisión de facilitar la investidura de Rajoy se dividiría en dos listas, facilitando a Díaz una posible victoria. De momento, espera acontecimientos.

El ex secretario general anunciará en los próximos días si opta o no a liderar el partido

La decisión de Pedro Sánchez de no tirar la toalla en la carrera de las primarias se anuncia inminente en un PSOE tan dividido que ni el propio Patxi López descarta la bicefalia. Según fuentes de su entorno, Sánchez aclarará si está dispuesto a competir con López «en los próximos días, antes de que termine el mes» de enero. Y esas fuentes insisten en que «está bien, fuerte y tranquilo». Cuentan que ha estado «llamando» a militantes y cuadros, con los que ha estado hablando, pero «sobre todo escuchando y sopesando» la situación.

Sánchez cree haber constatado que la «política de hechos consumados no ha gustado» entre las bases y que sigue contando con «muchas adhesiones», por lo que su decisión sigue «dependiendo de sí mismo». Mientras que el ex secretario general se decide, el exlendakari admite que su partido puede estar encaminándose hacia un modelo de bicefalia que, aunque no salió bien a finales de los noventa con Joaquín Almunia y Josep Borrell, no le parece un sistema intrínsecamente malo.

López no ve mal la bicefalia

«Hasta ahora ese modelo no nos ha salido bien, pero a otros partidos sí. Nada es malo por definición, dependerá de cómo lo ejerzamos», señaló López en una entrevista. El dirigente vasco, que asegura no haber decidido «nada más allá» de presentarse a secretario general, ha admitido que, si lo consigue, estaría «cómodo con quien eligieran los militantes» y simpatizantes como cartel electoral, incluida la presidenta andaluza, Susana Díaz.

Un grupo de diputados socialistas críticos con la gestora, entre ellos buena parte de los parlamentarios del PSOE que fueron sancionados por votar en contra la investidura de Mariano Rajoy, se mantienen sin embargo fieles a Pedro Sánchez pese a la irrupción de López. Aunque algunos secretarios regionales han abandonado al que fue candidato del PSOE en las dos últimas elecciones generales para apostar por Patxi López, como la balear Francina Armengol y el castellanoleonés Luis Tudanca, estos diputados se reafirman en su respaldo a Pedro Sánchez. En esa línea están parlamentarios del no a Rajoy como el vasco Odón Elorza, la palentina Mariluz Martínez Seijo y la balear Sofía Hernanz. Y también la gallega Rocío de Frutos, que se muestra segura de que Sánchez se presentará «porque los militantes lo quieren».