El Gobierno presume de pactar con el PSOE y tacha de marginal a Ciudadanos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID/ LA VOZ

ESPAÑA

Susana Díaz defiende que lo que debe hacer el PSOE es estar en la «oposición útil»

03 dic 2016 . Actualizado a las 09:50 h.

Mariano Rajoy llegó a la presidencia del Gobierno gracias a un pacto de investidura con Ciudadanos, pero está empeñado en gobernar y aprobar las leyes convirtiendo al PSOE en su socio principal. Esa complicada ecuación está empezando a crear graves disfunciones entre los populares y el partido naranja, que se siente discriminado por el Ejecutivo y recuerda la obligación del presidente de cumplir lo pactado, y también en el propio PSOE, en donde la dirección de la gestora tiene dificultades para explicar los acuerdos alcanzados con el Gobierno ante un amplio sector del partido que rechaza cualquier acercamiento al PP.

El PP quiere ir «de la mano»

Ajeno a las tensiones que provoca su estrategia política, el Gobierno se jactó ayer de haber cerrado ya con el PSOE las tres primeros grandes acuerdos de su mandato: el techo de gasto, el déficit de las autonomías y la subida del salario mínimo. El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, justificó el hecho de que el Gobierno priorice los acuerdos con el PSOE explicando que el PP suma «con holgura» una mayoría parlamentaria con los socialistas y esto «siempre va a ser preferible» a ponerse a «buscar el voto marginal», en referencia a la alternativa de pactar con Ciudadanos y tener que sumar luego a uno o dos partidos nacionalistas. El ministro explicó gráficamente que para aprobar una ley hay que «sacar 175 más uno». Y añadió que ese es el objetivo prioritario, al margen de que alguien quede «postergado o no», aludiendo así al partido de Albert Rivera.

Algo más diplomático se mostró el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, que señaló que el Ejecutivo «habla con todos» los partidos y «dialoga con todos» los grupos parlamentarios y afirmó que en el Ejecutivo están «satisfechos» de las conversaciones mantenidas con Ciudadanos. Y el argumento lo remató el portavoz en el Congreso del PP, Rafael Hernando, que aseguró que el Gobierno dio prioridad a los socialistas sobre Ciudadanos a la hora de pactar el objetivo de déficit y el techo de gasto porque los primeros tienen «una enorme responsabilidad de gobierno en muchas comunidades y en muchos ayuntamientos». «Más que Ciudadanos», indicó, que solo tiene responsabilidades «de alguna forma colateral».

La gestora socialista es consciente, sin embargo, de los problemas internos que puede generar en un partido ya fracturado por la abstención en la investidura la imagen de que el PSOE actúa como un aliado de Rajoy. Y, por eso el portavoz de la gestora y mano derecha de la presidenta andaluza Susana Díaz, Mario Jiménez, se esforzó en marcar distancias con el Gobierno pese a los acuerdos y en dejar claro que no apoyarán los Presupuestos «salvo que Mariano Rajoy se caiga del caballo y presente unos radicalmente distintos a los anteriores». La propia Susana Díaz reivindicó la «oposición útil» con la que el PSOE consigue una «rentabilidad social enorme, que es que la gente vive mejor, recupera derecho y acabamos con la política dañina de estos cuatro años del PP». Y la contrapuso al «espectáculo» que, a su juicio, hace el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. «A otros les va más el espectáculo, a mí me va mucho mejor que la gente viva mejor, y a mis compañeros también», señaló la presidenta andaluza.

Jiménez, aseguró que no ve riesgo de que en el grupo socialista se vuelva a romper la disciplina de voto, como ocurrió en la investidura, cuando llegue a la hora de aprobar los objetivos de déficit y deuda, sea cual sea el sentido del voto. Y, preguntado sobre por qué en la negociación entre el Ejecutivo y el PSOE no ha participado Ciudadanos, contestó que eso es algo a lo que debe responder el Gobierno.

Ciudadanos marca distancias ante su marginación y Podemos trata de debilitar al PSOE

Ciudadanos no oculta su malestar por haber sido relegado por el Gobierno en favor de los socialistas en las negociaciones para fijar el techo de gasto. La ejecutiva del partido naranja marca distancias y ayer anunció que no decidirá hasta el lunes su voto en torno a esta cuestión y supeditó su posición a que el Gobierno se comprometa a dar prioridad a las medidas recogidas en el pacto de investidura. El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, negó que su partido esté «descontento» o se sienta «ninguneado» por el PP y se felicitó de que el PSOE haya accedido a negociar y participe de los acuerdos que necesita España. «Es lo que hemos estado reclamando», subrayó.

Podemos trata sin embargo de aprovechar esos acuerdos para consolidar la idea de que ellos son la única alternativa a lo que consideran una gran coalición de hecho. El secretario de Organización del partido morado, Pablo Echenique, explicó que los acuerdos entre socialistas y PP demuestran que el PSOE «ha decidido aprobar las peticiones de Bruselas a través de una negociación secreta con Rajoy». Algo que, a su juicio «pone de manifiesto una debilidad del PSOE que está más preocupado por que Rajoy pueda convocar elecciones de nuevo en mayo que por conseguir cosas buenas para la gente de nuestro país».