El Gobierno recurrirá las cuentas catalanas por incluir 5,8 millones para el referendo

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

QUIQUE GARCÍA | Efe

La Generalitat responde a las ofertas de diálogo con un paso adelante en su desafío

30 nov 2016 . Actualizado a las 09:29 h.

La Generalitat catalana reafirmó ayer su voluntad de celebrar un referendo sobre la independencia. El Ejecutivo catalán, que lleva casi un año gobernando en precario porque la CUP no acaba de ser un socio estable, presentó ayer su segundo proyecto de presupuestos en pocos meses, en el que incluye una partida dotada con 5,8 millones de euros para la celebración del referendo secesionista. En el tímido intento de deshielo entre el Gobierno central y el catalán, que han mostrado su disposición a abrir una nueva etapa marcada por el diálogo, la Administración catalana respondió con la advertencia de que las fuerzas independentistas no piensan renunciar al proceso soberanista.

El vicepresidente Oriol Junqueras, encargado del área económica, se ha visto obligado a presupuestar el referendo porque así lo ha exigido la CUP, que ya tumbó las cuentas en junio y amenazaba con volver a hacerlo. Puigdemont y Junqueras, no obstante, no han cedido en todo, ya que la partida específica del referendo no parece como tal, como ocurre con la sanidad, la educación o la seguridad pública. Lo que ha hecho la Consejería de Economía es incluir los 5,8 millones previstos para la consulta en el concepto de procesos electorales y participativos, que también puede referirse a comicios autonómicos, como los que podrían celebrarse muy pronto si la CUP no avala los presupuestos.

Lo que sí incorporan las cuentas es una disposición adicional «en materia de organización y gestión del proceso refrendario», según la cual el Gobierno catalán, dentro de las disponibilidades presupuestarias para el 2017, se compromete a «habilitar las partidas para garantizar los recursos necesarios en materia de organización y gestión para hacer frente al proceso refrendario sobre el futuro político de Cataluña». Las cuentas también incluyen 330 millones para un fondo de contingencia que Junqueras no negó que pueda ser utilizado para organizar el referendo y sortear una eventual impugnación. «Suponiendo que hubiera una partida oculta, ¿alguien cree que lo diría?», ironizó.

La partida concreta, por tanto, no existe para evitar la impugnación ya anticipada por el Gobierno central, pero sí se adjunta la plasmación explícita que pedía la CUP y que el PP anunció de inmediato que el Gobierno central llevará al Constitucional. «Tiene todos los boletos para el recurso. Saben perfectamente que está condenada a ser anulada inmediatamente», afirmaron los populares.

Aun así, el vicepresidente, que es quien ha recibido el encargo de Puigdemont de organizar el referendo, advirtió al PP y al Ejecutivo central de que la votación se hará pase lo que pase. Los anticapitalistas celebraron que los presupuestos apuesten por la ruptura, pero nada garantiza que vayan a enterrar el hacha de guerra tan pronto y de hecho recordaron que la inclusión de la polémica dotación no es necesaria para llevar a cabo la votación. En junio, la CUP fulminó los presupuestos de Junqueras en el primer asalto. Ahora permitirá su tramitación, pero volverá a tumbarlos en febrero, si considera que el Gobierno catalán no da pasos claros hacia la ruptura y no sube los impuestos a los más ricos.